Alexander

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Personajes
Esposa: Rosita.
Esposo: Alexander.
El Suegro (No tiene nombre).

Advertencia
Este capítulo tiene Castigo Corporal si no te gusta este tipo de contenido eres libre de Retirarte uwu.

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Alexander estaba acostado en la cama, mirando la televisión con gran entretenimiento. De repente, suena su celular. Con un poco de esfuerzo, alcanza a agarrar el teléfono de la mesita de noche y lo enciende. Su rostro se alarma al ver el nombre de su Esposa en la pantalla. Era una llamada importante, ella quería asegurarse de que él estuviera siguiendo las indicaciones del médico.

Decidiendo dejar de lado la televisión, baja el volumen y contesta la llamada. Su esposa, quien suena algo cansada por su trabajo, le saluda por teléfono y le pregunta cómo se encuentra.

Rosita: (cansada) Hola cariño, ¿cómo estás?

Alexander: Hola amor, estoy mucho mejor. Gracias por preguntar.

Rosita se alegra al escuchar la buena noticia, pero no puede evitar preguntarle si ha tomado las pastillas que el médico le recetó.

Rosita: ¿Te has tomado las pastillas que te indicó el doctor?

Alexander: (dudoso) Sí, claro. Las he estado tomando.

Rosita, aún un poco escéptica, le advierte que si descubre que le está mintiendo, sabe lo que le espera.

Rosita: Espero que me estés diciendo la verdad. Sabes que no tolero las mentiras, especialmente cuando se trata de tu salud.

Alexander: (confiado) Te aseguro que te estoy diciendo la verdad. No tienes por qué preocuparte.

Rosita, aún con algunas dudas, decide creerle y le promete que después de su trabajo, preparará una deliciosa cena para celebrar su mejoría.

Rosita: Bueno, confiaré en ti esta vez. Después de mi trabajo, prepararé una cena especial para celebrar.

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Rosita llega a su casa, se baja del auto y se le ocurre mirar hacia arriba, hacia la ventana de la habitación que comparte con su Alexander. Para su sorpresa, ve que la televisión está prendida. Internamente, sonríe porque sabe que su esposo está siguiendo las indicaciones del médico y descansando.

Rosita: (sonriendo) Parece que Alexander está haciendo reposo como le indicaron. Qué bueno.

Después, se dirige a la puerta principal, saca las llaves de su mochila, abre la puerta y es recibida por un perrito muy contento que sale corriendo para saludarla. Ella lo saluda alegremente mientras entra a la casa y cierra la puerta.

Rosita: ¡Hola, mi pequeño amigo! ¿Cómo has estado?

Apoya sus cosas en la mesa del comedor y se dirige escaleras arriba para saludar a Alexander. Cuando llega a la habitación, abre la puerta y ve a Alexander profundamente dormido, con la televisión aún encendida. Ella se acerca y le da un beso en los labios, pero en ese momento siente cómo unos brazos la agarran por la cintura y la atraen hacia la cama, sin soltarla.

Rosita: (sorprendida) ¡Ay! ¿Qué estás haciendo?.

Alexander: (tiernamente) No quiero que te vayas.

Alexander, quien la había estado escuchando cuando ella ingresaba a la casa, había fingido estar dormido. Sorprendida por su acción, ella le dice que la suelte, que tiene que ir a hacer la comida.

Miedo a las InyeccionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora