CAPÍTULO 18

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Dominic terminó de barrer y trapear la cancha principal, antes de sacar la basura. Regresó a la academia lo más rápido que pudo, ingresando a las duchas del lugar. Se dio un baño rápido con agua fría, después de haber pasado toda la mañana limpiando. Sin embargo, su entrenamiento estaba por comenzar.

Hacía poco más de un mes que Dominic dejó de ir a la universidad, y tomó un turno completo en la academia. Él sentía que solo perdía el tiempo cuando iba a clases, y que retomaría sus estudios cuando decidiera a qué carrera se cambiaría. Comenzó a ignorar los mensajes y llamadas de Kate, Adam y el resto de sus amigos de la universidad; centrándose únicamente en el deporte. Su círculo social se vio reducido a las personas a quienes se enfrentaba durante las prácticas. 

Nick empezó a faltar a clases una semana después del incidente de la discoteca, y poco a poco se dio cuenta que ya no quería asistir. Él todavía salía temprano de su casa para que sus padres no sospecharan, y no regresaba hasta el anochecer. Dominic no quería cruzarse con Rebecca, y mucho menos con Michael. Estaba harto de escuchar sus quejas y críticas a diario, y la relación con ellos empeoraba cada día más.

En más de una ocasión, Dominic recordó lo bien que se sintió cuando probó la droga que parecía un dulce. Mientras más se enojaba, y más aumentaban sus problemas; más ganas tenía de volver a consumirla. Por instantes, no le importaban las promesas que se hizo, ni sus errores del pasado. Lo único que quería era que el mundo desapareciera, y desaparecer él también. Nick tenía un fuerte sentimiento de querer escapar, pero no sabía hacia dónde. Por más que se alejaba, la sensación se alejaba con él; y no tenía destino al cual llegar. 

Ni correr, ni saltar, ni nadar; ya ni el deporte lograba calmarlo. Dominic no se explicaba qué sucedía con él, y solo el alcohol lograba calmarlo por momentos. Se lamentaba no tener el número de Elliott, y tampoco saber dónde conseguir más de las drogas que él vendía. Y, a pesar de las ganas que tenía, no volvió a consumir.

Dominic se repetía a sí mismo que todo lo hacía por las nacionales, y que trataría de volver a su rutina normal después de ganar. Él quería convencerse que el poco dinero que ganaba era suficiente para hacerlo feliz; pero dentro suyo sabía que era mentira. Los problemas y ataques de ira se tornaban cada vez peores, y ya ni siquiera el entrenador Jackson era capaz de contenerlo. 

—Estás errático, hijo. —Jackson le mencionó el día anterior. —Tus ataques se están volviendo agresivos y predecibles. Si sigues así, no creo que puedas llegar a las nacionales. 

—Ya estoy clasificado; no puedes echarme ahora. —Dominic espetó, desafiante. 

—No, tal vez no pueda, pero te aseguro que los jueces te eliminarán en la primera ronda. —Jackson se puso de pie. —Ni siquiera estás jugando limpio.

Dominic tomó una gran bocanada de aire, tratando de no perder la paciencia. Apretó los puños, y demoró un par de segundos en responder. 

—Solo estoy un poco estresado. —Dominic se encogió de hombros, evitando alterarse. —Me concentraré más en los próximos entrenamientos. Esto no volverá a suceder. 

Jackson negó, notando la incomodidad en el rostro del muchacho. Había algo extraño en él, pero no terminaba de descifrar qué era.  

—Dominic, ¿estás pasando por algún tipo de problema? —preguntó con amabilidad. —Sabes que puedes contar conmigo para lo que necesites.

—¿Por qué cree que tengo problemas?

—Porque te estás comportando igual que el año pasado; cuando te conocí. —Jackson afirmó, preocupado. —No sé qué clase de situación estás atravesando, pero es obvio que no estás bien. —Él se cruzó de brazos. —Escucha, si necesitas tomarte un par de días libres por la universidad, o por cualquier otro motivo, puedes hacerlo. 

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⏰ Last updated: Oct 27, 2024 ⏰

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