Cap-5

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Los rumores corrieron como el viento mismo, los guerreros más prestigiados de toda la Isla Quesadilla estaban en boca de todos los ciudadanos luego de lo ocurrido en esa tarde, ese día, esa fiesta de cumpleaños.

"Mataron a la hija de uno de los guerreros"

"Si ellos no pudieron protegerla ¿Eso significa que todos estamos desprotegidos?"

"Tontearías..."

"Si el mayor culpable del crimen no es ni más ni menos..."

...

"Que el mismo padre"


El día estaba lluvioso, la tierra estaba mojada llena de rocío por todas partes, era un día especial para estar de luto. Había un silencio por todo el pueblo en especial en los grandes campos en donde descansaban las personas que ya no se encontraban en este mundo, todos estaban reunidos alrededor del gran hueco en el suelo hecho a la medida como para que la lápida quepa a la perfección. 

Nadie se atrevía soltar ningún tipo de ruido, solo se escuchaba la voz del Ángel Rubius dando unas palabras y oraciones para la pequeña dando una pequeña misa. Los mas pequeños eran los mas afectados, en especial Juanaflippa, que había perdido a su mejor amiga. Estaba siendo envuelta por los cálidos brazos de sus padres que intentaban consolarla como mejor podían, pero de algo que estaban seguros, que esa imagen en su cabeza nunca se le iba a olvidar, esa imagen de aquel día.


*Flashback *

La fiesta transcurría con normalidad, pero en la niña de lentes sabía que no todo estaba bien, conocía a Tilín mas que a nadie en el mundo, ella era su soporte en los días mas difíciles para ella además de Luzu. Sabía cuanto ella había rogado, deseado y intentado poder obtener un poco de atención por parte de su padre de Quackity, lloraba mucho por más de que las cosas siempre fueron así, pero tenía la esperanza de que algún día él iba a cambiar y se daría cuenta que su hija necesitaba de su papá. Juana la entendía mas que nadie, acudía a ella cuando sus padres no estaban teniendo un buen día, eso era cotidiano pero sabía que en el fondo trataban de hacerlo bien por su bienestar, a amabas les daba vergüenza mendigar por un poco de cariño a los otros padres pero algo estaban seguras, que entre ellas dos nunca se iban a fallar. 

Siempre se tendrían la una a la otra. 

—Iré al baño un momento—Le avisó a sus primos quienes  estaban entretenidos jugando con una pelota que se habían encontrado de la casa de al lado, todos asintieron al aviso de esta y ingresó a la casa lentamente. 

La casa se la sabía de memoria, casi todas las semanas se la pasaba en ese lugar asiéndole compañía o haciendo tareas con Tilín. Se dispuso a dar una pequeña revisada en la cocina y en la sala de estar por si acaso, quizás hasta su amiga se encontraba en una situación incómoda en la que quisiera ser salvada. Ya dispuesta en ir directamente al baño, logró escuchar un ligero quejido en dirección contraria de donde se dirigía, se giró de forma dudosa y a paso lento caminó hasta donde suponía que había escuchado aquel ruido.

Podría indicar que se trataba del garaje, se acercó silenciosamente y abrió la puerta con cuidado para que no se escuchase tan fuerte. Al ver de reojo el interior de lugar pudo ver a una persona recostada en el suelo dando pequeños quejidos que parecían de dolor, pudo reconocer la voz enseguida a lo que encendió el pequeño velador del garage.

—Tío Quackity!—Se agachó para poder revisar mas de cerca.

—Mhg...que verga?...—Dijo entre quejidos, comenzó a frotarse la cabeza varias veces mientras miraba su alrededor como si nunca hubiera estado en ese lugar antes.

•Little Hero• [Death Family\QSMP]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora