Vegeta | capítulo 4

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Estos años, todo se ha vuelto tan monótono que no puedo diferenciar entre las cosas que pasaron y las que no

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Estos años, todo se ha vuelto tan monótono que no puedo diferenciar entre las cosas que pasaron y las que no. Fallos en mi mente, eran tan sutiles que me hacían olvidar que era humano. Tantas distracciones me quitaban la atención de asuntos que debía haber tratado desde un inicio. Algo me está fallando tan profundo en mi ser, Shoko ni Nanami me reconfortaban, mis alumnos tampoco, cada aventura con ellos se han vuelto tan vacías, tan antisaciantes, todo lo contrario al gusto que me llegaron a causar. Ver las mismas caras una y otra vez, ver caras nuevas pero pasajeras, ver caras pasar de sonrisas a unas de desgane hacia mi. ¿Era problema de los demás, o era problema mio? 

Megumi y Tsumiki me ayudaron bastante. Shoko me llegó a decir que me veía más animado al lado de esos niños, hijos del ya fallecido Toji. No voy a mentir, lo estaba, me hacían feliz, sin embargo, no podía estar todo tiempo con ellos, hacía lo posible para estarlo, aún teniendo tantas misiones que cumplir y gente la cual salvar. Creé una semi-rutina, esa rutina cambiaba algunas veces con acontecimientos que no podía evitar, me sentía bastante satisfecho, pero no completo. 

Muchas cosas cambiaron al conocer a mi querido Koban, de alguna manera, ajusté mi apretada agenda para prestar algo de tiempo a ese adulto. A pesar de su condición de longevidad, me hizo sentir joven de nuevo, tal como en mi adolescencia (obviamente sin las trabas con el egocentrismo exagerado de mi juventud, lo cual mejoraba todo). Esa sensación envolvió mi alma contra la suya, amando y adorando esos raros y simples momentos que me regalaba. 

Kıraç Yodai, un Koban que, siendo objetivos, era un tipo normal, era normal pero a su manera, una que jamás antes vi o que mi mente recuerde haber visto. Me agradaba esa actitud y temperamento, en mi estatus fácilmente lo podía tachar de básico. Mas nunca pude ceder a ese pensamiento, sencillamente porque ante mis ojos, él no lo era. 

Ese tonto había vuelto mi vida tan difícil, más de lo que ya lo era, sentirme tan necesitado de su compañía comenzaba a denotarse en mi vida de hechicero. Desespero por salir de aquellos aprietos. Desespero por verlo una vez más para calmar aquellas penas interiores, sentirme bien, sentirme como un adolescente de nuevo, desplomar mis preocupaciones. Dejar todo en segundo plano. 

Miércoles por la mañana, era sabido por Gojo que Yodai tenía habilitado el descanso para ese día

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Miércoles por la mañana, era sabido por Gojo que Yodai tenía habilitado el descanso para ese día. Yodai se lo había comentado. En las clases de la Jujutsu Techn, Gojo no paraba de revisar de vez en cuando su celular, con la excusa de que "iban a solicitarlo en una emergencia". Sonaba convincente y nadie le cuestionó más sobre el asunto, la verdad que a la mayoría no le importaba, o sólo pensaban que era normal porque era Gojo Satoru. 

Pasar el rato | Gojo SatoruDonde viven las historias. Descúbrelo ahora