Capítulo nueve | En el vórtice de tus lunares

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Si tengo luz en los ojos es porque tengo luz en la piel. Esa es la luz que veía cuando contaba estrellas — Ultimo



Everett

Capítulo nueve | En el vórtice de tus lunares



Después de salir tras la floristería con tres ramos de flores gigantes. Abro la puerta del copiloto y dejo las flores con cuidado en el asiento. Rodeo el coche y me siento en el asiento. Miro las flores mientras jugueteo con el lazo que las une, son preciosas. Llenas de colores como April.

He comprado casi todas las flores solo para ella.

Y lo volvería a hacer. Incluso iría más allá.

Llenaría toda su habitación de flores para verla sonreír.

Mi única inquietud, es pensar que su reacción fuera de disgusto. No podía pensar en eso. Solo en la sonrisa de Noah y Hollie al ver los ramos, seguro que le encantan. O cuando Hollie descubra que he comprado una bolsa de snikers para ella, se pondría contenta y se le dibujará la misma sonrisa que a su madre. Tan brillante y llena de pureza.

Empiezo a conducir, dirigiéndome la escuela. Estaciono dos calles atrás y me doy cuenta de que quedan veinte minutos hasta su salida. Marco el teléfono de Ann y es al tercer tono que contesta.

—Dime pequeño idiota —suspira Ann

—Ya veo que Kenneth te aviso que te llamaría.

—Sí, y llevo preparándome desde la mañana.

—Que graciosa, señora pecas.

—Lo aprendí de ti. Fuera bromas, ¿necesitas algo? Me pillas algo ocupada.

—¿Cómo esta April? Creo que si le escribo un correo no lo vera.

—Está bien, dentro de unas horas le darán el alta. Cuando acabe este proyecto iré a por ella...

—No te preocupes no vayas, iré yo.

—¿Qué planeas Everett?

—Ahora voy a recoger a sus hijos y voy a verla.

—Puedo notar tu titubeo, ¿qué más tramas?

—Emmm —intento aclararme la garganta. Una cosa era pensarlo y otra decirlo en alto —Solo le llevo flores.

—Everett.

—Puede que le haya comprado tres ramos...

—Madre mía... Se te ha ido la olla.

—Solo pretendo...

—Everett —su seriedad me sorprende. — Si vas a llevarla a casa, ten cuidado y ten cuenta que su prioridad son hijos. Le encanta el curry, pero si quieres sorprenderla cocina pasta con queso. A sus hijos les encanta y a ella también.

—¿Porque me estás contando esto?

—Tu tan solo cuídala, ¿vale?

Y así, de la nada cuelga la llamada. Dejándome con miles de preguntas. Camino en silencio hasta la escuela y dándole vueltas a sus palabras. La campana me sobresalta y veo a padres acercarse a la entrada y los imito. Empiezan a salir infantes que corren a abrazar a sus familias, impaciente espero y en un momento veo unos rizos rubios y unos ojos azules mirando a los padres. Detrás suyo, un muchachito más bajito, pero, con los mismos rasgos.

Colisión entre dos galaxias © (En físico) A.S. 1 🌸Donde viven las historias. Descúbrelo ahora