Colisión entre dos galaxias © (En físico) A.S. 1 🌸

Capítulo once | La infinidad de las sonrisas

Everett

Capítulo once | La infinidad de las sonrisas

Maratón 1/2

Por la demora del anterior capítulo subiré dos capítulos más extensos y subidos más seguidos. Muchas gracias infinitas por darle una oportunidad y leerlo. De verdad, muchas, muchísimas gracias <3 

Sólo quiero amarte, sólo quiero abrazarte

Solo quiero estar contigo hasta que crezcamos

Sólo dime que te quedarás o me llevarás

Mi vida fue gris hasta que agregaste colores.

— Loving Caliber

Decido dar alargar la vuelta a casa, paseando por las calles menos habitadas por la aglomeración de la gente. Después de cenar con April y pasar una balada muy agradable. Había aceptado darme una oportunidad, solo pensar en ella sonrío, tenía una esperanza de cumplir o enmendar el pasado. En mi cabeza suena sin parar la melodía de una suave canción, que hace años que no recordaba. Solía tararearla cuando estaba nervioso en mi adolescencia. Mi hermana pequeña Grace, me había enseñado las diferentes maneras de calmar mis nervios y cantarla en mi mente, era la única de manera de calmar el traqueteo de mis manos o la rapidez de mis pensamientos.

Grace se había marchado unas semanas a Londres para terminar su trabajo de investigación. Parece que fue ayer que empezó en la carrera de Periodismo y ahora después de tanto tiempo este a punto de graduarse. Pensar en que esta en la misma universidad fue donde empecé de cero con un corazón roto y cero ganas de estudiar. Fue donde conocí a Kenneth, ambos estábamos fascinados por la biblioteca y como no, faltando a clases porque no nos interesaban las asignaturas. Fue el comienzo de una amistad y donde gracias a él que descubrí el amor por la leyes. Decepcioné a mis padres por cambiar arquitectura por las leyes, según ellos no tenía futuro. Aun así, no me rendí, tenía el apoyo de Grace y de Kenneth, era suficiente.

Poco a poco nuestro grupo fue creciendo, conocimos a la Ann, la hermana pequeña de Kenneth. La compañera de Ann, Violett. Que, si no recuerdo mal, estaba de intercambio en Francia. Y a Oliver, coincidíamos muy pocas veces todos, ya que se estaba haciendo la carrera un año más atrasado para podérselo combinar con su trabajo. Años después nos reencontraríamos en la misma oficina.

Después de acabar la carrera estuve una época viajando porque el sentimiento de no encontrarme era demasiado profundo, pensé que visitando a mi familia materna en Italia cambiaría algo. Sin embargo, fue a mayor. Decidí mudarme de nuevo a Londres y estar más cerca de Grace. En cuando me ofrecieron la posibilidad de trasladarme a Edimburgo, a una sucursal prácticamente nueva y con mayor oferta, no dudé. Después de tanto tiempo, volvía a vivir cerca de mi familia y amigos.

A los pocos días de incorporarme en el bufete, reconocí de inmediato a Oliver. Al verme, me dio un fuerte abrazo. Quien me presento a sus compañeros y hoy en día, los considera buenos amigos. Joe, Oliver, Connor, Ava y Susan me acogieron y hicieron la oficina una sensación de bienestar y hogar.

Aun así, seguía un espacio dentro de mi corazón vacío, roto.

Podían pasar meses y años, que ella seguía allí.