≪𝐓𝐇𝐄 𝐁𝐎𝐘 𝐎𝐍 𝐓𝐇𝐄 𝐋𝐄𝐀𝐓𝐇𝐄𝐑 𝐉𝐀𝐂𝐊𝐄𝐓≫ [𝐉𝐎𝐍 𝐁𝐎𝐍 𝐉𝐎𝐕𝐈]

⪻𝐏𝐫𝐨́𝐥𝐨𝐠𝐨⪼

⪻𝓕𝒶𝓉𝑒 𝓞𝓇 𝓛𝓊𝒸𝓀?⪼

~Liv~

1985

A veces la vida suele darte sorpresas, algunas agradables, algunas que son completamente lo opuesto, en ocasiones quizás es porque estuviste en el momento y lugar correcto o incorrecto. Por razones de la vida que desconozco, ambos debíamos estar en ese mismo lugar en ese mismo momento, lo que parecía ser un cliente más del montón de los que iban todos los días a consumir café, quizás el destino lo había planeado para mi, quizás sólo pasó porque sí y ya... no tengo idea.

Siendo sincera, el amor no es parte de mi día a día... al menos no desde hace un par de años, jamás he tenido suerte en ese aspecto, normalmente las chicas a sus 20 años ya habían experimentado varías relaciones y situaciones amorosas, por mi lado, durante mucho tiempo creí que había algo mal conmigo, podía escuchar a mis amigas hablando de sus novios, a mis amigos teniendo relaciones entre ellos, pero yo hasta mis 15 años nunca había besado a nadie, el chico que fue mi primer beso igualmente fue el primero en romper mi corazón, nunca había sentido un dolor como ese, pero debía pasar, el tipo era un mujeriego.

Hace dos años tuve un novio, alguien que valía completamente la pena, era la persona que buscaba en mi vida, alguien que me hiciera crecer como persona, todo había sido muy lindo con él, todos, mis amigos, padres, hermanos, incluso yo pensé que él sería mi verdadero amor pero conoció a alguien más en la universidad... así que sólo terminamos, ¿me dolió? Bastante, fue un noviazgo muy sincero pero no debía pasar, desde entonces no tengo nada oficial con nadie. En ocasiones salgo con algunos chicos pero simplemente no había nadie que moviera algo en mis adentros como George lo hizo, a veces lloraba por él, porque lo extrañaba.

Es aquí en dónde me pregunto, ¿la vida tenía algo mejor para mi? ¿O simplemente fue suerte que ese rubio entrara mientras yo estaba en mi turno? En ocasiones me mira, así como yo a él, es atractivo sin duda, todas lo miraban y no era para menos.

Siempre se sentaba en la misma mesa del fondo mientras escribía por horas hasta casi cerrar.

Sin duda había algo en ese chico con la chamarra de piel que me atraía hacía él.