Capítulo 05

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Cap. 05 ✔

[Jimin]



En la cocina de palacio todo el mundo estaba de los nervios, las personas corrían de un lado a otro siguiendo las indicaciones del cocinero principal. Y la razón era, porque hacia unas horas el rey había entrado soltando feromonas de molestia y preocupación, con el semblante oscurecido, reflejando gracias a las ojeras bajo sus ojos, lo agotado que se encontraba. El soberano había llegado con el propósito de decretar que se realizaran diferentes tipos de platillos de todos tipos, para alimentar a la reina. La cual llevaba días sin probar bocados y temía que enfermara de seguir con esa actitud autodestructiva.

Cuando Jimin entro en la cocina buscando a su madre la cual llevaba horas sin ver, se encontró con el ajetreo de la servidumbre que discutían por quien sería el elegido o la elegida para entregarle los platillos preparados a los reyes. Todos con miedo a ser escogidos y que de hacer algo mal fueran despedidos, porque era de conocimiento general que la reina se encontraba completamente deprimida y el rey estaba que se lo llevaba el diablo, discutiendo por cualquier pequeñez, incluso se rumoreaba que había hasta llegado a golpear a algunos expedicionarios en la última reunión con el consejo, aunque esto solo era un rumor.

Dentro de ese mar de voces y quejas, Jimin logró ubicar a su madre en la parte de atrás junto al horno, mientras hablaba con el cocinero detallando las ultimas cosas para poner la comida sobre el carrito en el que se transportaba. Pasando a través de gentío, el rubio se acercó a su progenitora que parecía estar preparándose para ser ella la que lo llevara.

—¿Ya está todo? —le pregunto ella al hombre de cincuenta años, que llevaba toda la vida cocinando para la realeza.

El hombre detallo nuevamente todo lo que estaba dentro del vehículo para asentir hacia la mujer, estando todo listo para ser llevado hasta donde los monarcas descansaban. Uno de los requisitos que el rey había ordenado explícitamente, era que la comida fuera entregada directamente y en tiempo en la alcoba real.

—Todo listo —aseguró.

—Bien iré a llevarlo entonces.

Cuando la mujer iba a darse media vuelta para cumplir con su propósito, Jimin se interpuso en su camino, cortándole el paso mientras ponía un pie delante de la rueda. Esta sin decirle nada, lo interrogo con la mirada, preguntándole silenciosamente, que era lo que pretendía al ponerse en su camino. Y Jimin le respondió aun si esta no lo había preguntado.

—Yo lo hago.

Aunque ese no era su trabajo, el omega nunca dejaría que ella hiciera tal esfuerzo. Su madre ya no era tan joven como antes, los casi sesenta años que esta tenia, se podían apreciar solo con ver las arrugas en su rostro, debiendo aclarar, además, que para la edad que tenia se conservaba bastante bien. Jimin también quería llegar a esa edad conservándose joven y esbelto, pero con la que tenía ahora ya sus huesos traqueaban como si tuviera el doble, así que no contaba con muchas esperanzas. Viendo directamente a los ojos de su madre le aseguró con la cabeza que él se encargaba, además estaba seguro de que nadie más querría hacerlo por miedo al rey.

—¿Estás seguro?

—Claro, déjamelo a mí.

—De acuerdo —aceptó resignada a sabiendas de que su hijo no le dejaría hacerlo—, pero debes tener esmero cuidado con lo que vayas a decir en frente de su majestad. Recuerda que ambos están luchando por mantenerse en pie, cualquier comentario fuera de lugar podría causarle una fuerte depresión a la emperatriz.

My Wild Love © ᵛᵏᵒᵒᵏ [En proceso]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora