Entre Las Páginas.
Hola, soy Perú. Tengo 17 años, me falta 2 meses para ser oficialmente un adulto, aunque a decir verdad yo ya me siento uno. Siempre me han considerado una persona muy madura para mi edad, y es verdad, he sido independiente desde que tengo memoria, incluso tengo un trabajo de medio tiempo que amo. Soy bibliotecario, se que para algunos les puede parecer un trabajo aburrido y sin gracia, pero es todo lo que amo.
En realidad trabajo para mi tía, una mujer de 35 años soltera y sin hijos entusiasta y amable, ella me permitió trabajar en el "negocio" familiar. Trabajar en la biblioteca me permitió observar y analizar a cada persona que entra al establecimiento. No es una biblioteca muy grande, así que puedo especular que tipo de literatura le gusta a las personas que entra al lugar. Es tranquilo estar aquí, por lo general no vienen muchas personas, solo algunos ancianos, algunos niños junto a sus padres y muy poca gente de mi edad, eso me alegra ya que no tengo que lidiar con gente, tengo que decir que soy muy tímido y no hablo mucho, me cuesta mirar a las personas a los ojos generalmente tengo la cabeza agachada o mis ojos están concentrados en una buena lectura. Es solitario y muy silencioso, hay ocasiones que siento que es un poco desesperante, pero al mismo tiempo me da alivio. No podría pedir nada mejor que esto... puedo decir que finalmente soy feliz.
Bueno ¿se acuerdan que mencione que no venia gente de mi edad a la biblioteca? bueno, mentí un poco. Hay una sola persona de mi edad además de mi que viene regularmente, es un sujeto que quizás tenga entre 17 y 18 años, siempre toma un libro diferente, no se como lo logra pero puede terminar un libro en menos de 3 días, es un talento asombroso a mis ojos. Es callado, igual que yo, tiene mi misma altura o eso creo, 1,78, y a mis ojos es... atractivo.
Me acuerdo cuando lo vi por primera vez, cada vez que me acuerdo se me escapa una sonrisa. Era una tarde lluviosa, estaba solo yo en la biblioteca, nadie vendría por la lluvia o eso era lo que yo pensaba, el escritorio de la regencia da contra una ventana así que podía ver las gotas golpear el vidrio. De lo lejos veo como la silueta de un sujeto venía corriendo en dirección a la puerta principal, yo obviamente desconcertado me quedo viendo aquel espectáculo de resbaladizas una atrás de otra, no estaba seguro si realmente iba a entrar o que era lo que intentaba hacer, solo un loco vendría a leer un libro bajo la lluvia de otoño. Me quedé observandolo hasta que vi su inevitable caída, admito que fue gracioso, se me escapó una sonrisa. Cuando el sujeto entró se encontraba empapado de lodo y agua de lluvia no dijo nada, se quedó en silencio, trato de secarse lo más que pudo. Me acuerdo patentemente cuando se sacó la capucha de su campera... DIOS, era hermoso, no podía creer que haya gente tan atractiva en este pequeño pueblo. No me saludo ni me pregunto como estaba ordenados los libros, simplemente camino en silencio hacia los estantes, agarro un libro al azar y se quedó allí hasta casi la noche. Nunca intercambiamos nada además de miradas, creo que todavía se siente avergonzado por aquel incidente de la lluvia y su caída cómica. En realidad siento que es un hombre igual que cualquier otro, como yo, como cualquier varón adolescente, nada destacable bajo el ojos de la sociedad, pero en el se que hay algo que quiero descubrir, se que en su mirada guarda un secreto casi invisible a simple vista. Quizás con el tiempo lo iré descubriendo, ya que sigue siendo sospechoso aquel muchacho que sin falta viene todos los días a la biblioteca a leer y releer las mismas páginas, se que entre aquellos páginas encontrare la respuesta a su misteriosa presencia.
hoy como cualquier otro día, lo vi entrar a la biblioteca nuevamente, casi desapercibido con su vestimenta monocromatica y silencioso como de costumbre, ni si quiera sus pasos remiten sonidos. Agarró el libro que lo había comenzado antes de ayer y continuo en la página que había dejado.
Parece que planea algo, pero tendré que dejar de pensar en el, ya parece que lo acoso cada vez que viene aunque a ciencia cierta es inevitable no pensar en el cuando generalmente solo estamos yo y el en la biblioteca, el y yo entre los libros, el y yo entre las páginas.

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Entre Las Páginas, Argentina X Perú
Romance¿Historia clásica de amor? no lo creo. Todo evoca a aquella biblioteca, todo comienza en aquel lugar, una parte de mi nunca pudo superarlo. No creo en el azar, pero si nuestro encuentro fuera casualidad, en ese caso conocerte fue la casualidad más...