rara vez ¡ peso pluma !

five.

alessia's pov.
ser invitada en una casa era incómodo, o al menos lo es para mí, sentía que no podía hacer nada sin antes pedir permiso, incluso cuándo ya me dijo hassan 'cómo si fuera tu casa', sé que lo dijo por cortesía, pero no estaba realmente cómoda estando en una casa que no era mía ni de mi hermano.

— ¿vamos a salir a algún lado? — pregunté al mismo tiempo que me sentaba en la barra de la mesa, en dónde estaban los demás.

— ¿quieren hacer algo? podemos ir a un antro o algo así, no sé wey, díganme qué quieren hacer — hassan habló, comiendo unas cuántas uvas que tenía en su mano derecha.

— yo quiero hacer algo tranqui, es nuestra primera noche acá — nicole dijo, mientras me peinaba el cabello, la más bajita me insistió con que quería hacerme dos trenzas, y cómo la quiero tanto, acepté.

— ¿podemos usar la pileta? — milo preguntó.

— ¿qué verga es pileta? — preguntó hassan cofundido, yo me giré y señalé la gran pileta que había.

— ah, la alberca, si wey nos podemos meter, encima es climatizada — dijo, levantándose de la barra de la cocina junto a milo y maia.

(...)

una media hora después de nuestra pequeña conversación en la cocina, nos encontramos nuevamente pero ahora en el patio, sólo faltaban mauro y emilia.

la brisa más suave se coló entre mis huesos, haciéndome temblar un poco por la baja temperatura, además de estar en bikini y sólo con una toalla amarrada sobre mi cintura.

— ¿querés un buzo? — dijo biza, pasando su brazo por encima de mis hombros.

— si — respondí inmediatamente.

— y cómprate entonces — se río abrazándome.

— te comiste la pija de un payaso, o ¿por qué tan graciosito? — rodé mis ojos tratando de librarme de sus brazos.

— me vas a contagiar tus piojos, mugrienta — besó mi cabeza, para luego alejarse e ir con nicole.

el frío volvió a hacerme temblar, me acomodé la toalla ahora a la altura de mis hombros.

— hola alessia — dijo alguien detrás mío.

— hola hassan — dije, reconociendo la ronca voz del mexicano.

— ¿qué haces acá mirando la alberca tan solita? — preguntó, parándose al lado mío.

— estoy esperando a mi hermano y a emi — contesté, mirándolo de arriba a bajo, envidiando su buzo (sudadera) que él llevaba puesto.

— yo me voy a meter ya —.

unos segundos más tarde, el chico alto estaba dentro de la pileta.

— ¿está caliente? — metí mi pie, la cálida sensación me hizo animarme un poco.

me saqué la toalla y corrí a la pileta, para no pasar frío ni un segundos más.

gonzalo a lo lejos, gritó algo difícil de entender y comenzó a correr hasta dónde estábamos, saltando y salpicando por todos lados.

luego siguieron milo, maia y nicole, más tarde se unieron mi hermano y emi.

(...)

la madrugada no tardó en llegar, al igual que el sueño.

quedábamos cuatro personas despiertas, gonzalo, maia, hassan y yo.

— me voy a dormir con milo, buenas noches chicos — maia tiró un beso al aire, dando media vuelta y yéndose por el mismo camino en el que su novio se había ido, hace una hora.

— hassan, ¿qué tal con nicki? — gonzalo preguntó vagamente, levantando la mirada de su pantalla.

— no mames, ya te dije que no me interesa de esa forma — hassan bufó enojado.

— pero ustedes harían buena pareja — murmuré, viendo a gonzalo, que estaba acostado sobre mi hombro.

— yo estoy interesado en alguien más — dijo, riendo con tristeza.

hassan se veía muy buena persona, incluso si no lo conocía mucho, puedo decir que sería un buen novio y que se merece una buena chica a su lado, sea nicole o no.

— deberían darse una oportunidad — insistió biza.

— ya dije que no wey, no estés de intenso — agarró un cojín agilmente y se lo lanzó a gonzalo, que se quejó cómo un niño pequeño.

— violento — gonzalo le lanzó el cojín de vuelta y dejó de hablar.

— eu, ¿podes poner una peli o algo? — pregunté, mirándolo fijamente.

hassan asintió y se dispuso a encender la tv.

author's note.
holaa, perdón por la actualización tarde, no me convence realmente éste capítulo pero no me apetece volverlo a escribir por tercera vez.

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