¿Cómo ser el mejor esposo para Wei Ying? © Wangxian [T02]

04 - El tiempo entre esposos es...¡A la madre!

Un hermoso día en los recesos de la nube, un hermoso ambiente y un hermoso aroma brotaba de la habitación del líder Lan.

Hanguang-Jun estaba contento. 

No había más que agregar. 

— Lan Zhan... — su esposo puchereo. — Solo unito más. 

— Como diga Wei Ying. 

Oh. 

Seguramente se están preguntando, ¿Qué está pasando? 

— Uno más. 

— Mmn, aquí hay otro más. 

Un carraspeo interrumpió su preciado y dulce ambiente. 

— Líder Lan, Wangji. — era él. — Wei Wuxian...

Y no es por nada pero, Lan Zhan quería cometer un acto de odio. 

— Tío...

¡¿Acaso no podían dejarlo respirar si quiera un rato?! Solo estaba alimentando a su esposo (e hijo) con los deliciosos nísperos que mando a traer desde Yunmeng. 

¡Era su tiempo feliz! ¿Ahora que rayos les había pasado a los muertos vivientes del clan?

— Lo que sea que estés pensando, Wangji. — regaño. — Espero que no sea una maldición.

La mirada del jade hacía su mayor realmente era espeluznante. Lan Qiren, tuvo que respirar calmadamente para no retroceder ante el aura feroz de su sobrino menor. 

— Esposo. — pero esas suaves palabras lo relajaron. — No puedes descuidar tus deberes de la secta, rabanito y yo estaremos bien.

Cierto, el pequeño bebé dentro de Wei Wuxian no tenía nombre. Sin embargo, le gustaba mucho el rábano y aunque Wei Wuxian lo odiara, no podía evitar comerlo por culpa de su bebé.

Su apetito aumento justo en su último mes de embarazo.  

— Mmn. — la depresión pre-papá había vuelto. 

Ni modo, quedaba solo resignarse a esa vida (en esos momentos se estaba arrepintiendo de haber aceptado el puesto de su hermano). 

— No se requiere de tu presencia, Wangji. — "..." — Solo venía a informarte que el consejo decidió darte estas últimas semanas libres por la llegada de nuestr...

— Mi hijo. — gruño. — Mío y de Wei Ying. 

No le gustaba escuchar a los ancianos referirse de su pequeño fruto de amor como algo beneficioso para la secta. 

— Sí, de... 

— Rabanito, se llama rabanito. — Wei Ying acaricio su abultado vientre. — Aún no tiene nombre. 

— No lo llamaré rábano. — especto molesto, Lan Qiren. — ¿Cómo te atreves a ponerle a mi esperado nietesito, rabanit- 

Oh...

— Entonces le puede decir... — Wei Ying rio suavemente. — Nietesito. 

Después de eso, Lan Qiren huyó de ahí. 

— Lo ama. — definieron los dos. 

Ignorando el hecho de que le acababa de dar abuelo-panic, decidieron sonreírse mutuamente para planear que hacer en ese día. 

¡Día de esposos! 

— Lan Zhan, Lan Zhan, hay que ir al jardín de gencianas. — lo sacudió un poco. — ¿Recuerdas? ¡Ahí pasamos nuestro primer día como pareja!