Capitulo 4"La noche que cambió todo"

18 10 1
                                    

-Miren, chicas- dije, abriendo la puerta de mi clóset. -Aquí hay ropa para todas. Escojan lo que más les guste, y, si necesitan, también hay maquillaje y accesorios.
Mis amigas miraron a su alrededor, como si fueran niñas en una tienda de juguetes.
Alicia había escogido un vestido blanco con volantes y encaje con zapatillas plateadas
Entonces, Elena decidió ir a la fiesta con un vestido de seda rojo, con un escote en V. El vestido le quedaba justo y resaltaba sus curvas y llevaba unos tacones plateados, yo escogí un vestido negro y escotado de los hombros con unas zapatillas blancas.
Baje las escaleras y fuimos al cuarto de mi mamá.
-Mamá, me voy a una fiesta con mis amigas. Estoy bien, así que no te preocupes. Volveré a casa más tarde-le dije
-Oye, Dulce, tengan cuidado, ¿vale? No quiero que les pase nada. Avísenme cuando lleguen a la fiesta y cuando vengan a casa-respondió mi mamá con preocupación.
-Sí mamá,adiós.-
Y salimos de mi casa.
Llegamos a la fiesta y noté un fuerte olor a cerveza y algo más que no podía identificar. La música sonaba fuerte y la gente se movía al ritmo de la música. En una esquina de la habitación, había una barra con diferentes tipos de bebidas y a su alrededor había personas de todos los tipos,el lugar se iluminaba con luces neones.
Mis amigas y yo estábamos mirando a nuestro alrededor y vimos a muchas mujeres sus vestidos eran hermosos. De repente, sintió una mano en su espalda y una voz le dijo:
-Hola, Dulce-
Me dí la vuelta y me encontré con los ojos de Leo. Era una mirada inquietante, pero atractiva. Vestía una camisa polo negra con un pantalón como un gris, combinan bien con su camisa y que no le quitan el protagonismo a su atuendo. Es como si quisiera ser el centro de atención, pero sin llamar mucho la atención. Es una vestimenta sutil, pero no aburrida.
-Hola, Leo. Gracias por invitarnos- Le sonreí -No hay de qué-respondió él, sosteniendo mi mano. -Quería que pasaras una noche memorable, conmigo y con tus amigas-
-Ellas son mis amigas, Alicia y Elena- dije. Leo estaba sonriendo y parecía agradable. -Encantado de conocerlas-dijo.
Alicia y Elena estrecharon su mano con la de Leo
Pase un rato hablando con mis amigas y con Leo. Empezaba a sentirme más a gusto, y me sentía relajada. Pusieron una canción que era una de mis favoritas.
-¿Quieres bailar?-me preguntó Leo.
-Sí, por supuesto-respondí, sonriendo.
-¡Vamos, chicas a bailar!-grité a Alicia y a Elena. Los tres nos dirigimos a la pista de baile, y empezamos a mover nuestros cuerpos al son de la música. Alicia y Elena bailaban muy bien. En algún momento, la canción cambió a "I Wanna Dance with Somebody", de Whitney Houston. No podía evitar cantar algunas líneas de la canción mientras bailaba, y Alicia y Elena se unieron a mí.
No podía creer lo mucho que me estaba divirtiendo. No había bailado así desde hacía mucho tiempo, y me sentía tan alegre. Mientras bailaba, me perdí en el momento, y dejé atrás todos mis problemas y preocupaciones. Estaba completamente presente, viviendo en el momento, disfrutando de la noche.Mientras bailaba, vi a Alicia hablando con un chico y a Elena vi que estaba pidiendo una bebida se veían felices, y entonces me di cuenta de que había quedado sola con Leo.
Leo y yo empezamos a hablar de nuestras vidas. Empezamos a conocernos mejor, y yo me sentía muy cómoda hablando con él,me contó un poco sobre su mamá y yo le conté un poco de la mía. Mientras nos conocíamos mejor, noté que a pesar de que él tenía cuatro años más que yo, me sentía cómoda hablando con él. No me sentía fuera de lugar. Además, su aspecto no hacía pensar que tuviera tantos años. Al contrario, parecía una persona joven y alegre.
De repente, noté que Leo y yo estábamos empezando a bailar más cerca. Nuestros cuerpos se rozaban, y yo sentía una conexión especial con él. Mi corazón comenzó a latir un poco más rápido, y me sonrojaba un poco. No sabía cómo interpretar mis sentimientos. Era una sensación extraña, pero agradable.
Entonces, Leo me miró a los ojos y sonrió. -¿Te lo estás pasando bien?- me preguntó.
-Sí, realmente mucho-respondí.
-Estoy contento de que estemos disfrutando tanto juntos- me dijo. Su sonrisa me hizo sentir aún más relajada y segura.
La música se empezaba a detener y la gente comenzaba a aplaudir. El DJ salió al micrófono y anunció que sería el último tema de la noche. Miré a mi alrededor y vi a muchas personas danzando y disfrutando el momento. Era una fiesta memorable. Y entonces, sin previo aviso, Leo me tomó de la mano y me dijo
-Bailemos juntos¿vale?- me preguntó, mirándome a los ojos.
Yo asentí y empezamos a mover nuestros cuerpos al ritmo de la música. Era como si no hubiera nadie más en la habitación. Era solo él y yo.
Nuestros ojos se encontraron y todo se sentía diferente. Era como si estuviera flotando, sin preocupaciones ni miedos. Y entonces, sin pensarlo dos veces, Leo se acercó y me dio un beso. Un beso lento y suave. Y yo lo devolví.Nuestras cabezas se empezaron a mover juntas, siguiendo el ritmo del beso. Puedo sentir su respiración, caliente y rápida. La energía en el aire cambia, y todo se vuelve más íntimo y más cercano. Puedo oler su colonia, sudor y piel.La sensación de tener a Leo tan cerca es algo que jamás podría describir. Es una mezcla de la emoción de la incertidumbre y el misterio, con la seguridad y la confianza de estar con alguien que me hace sentir cómoda. Sé que este momento es único, y que nunca sabré si esto volverá a pasar otra vez.El momento se prolonga. Tanto yo como Leo estamos sumidos en el placer del presente. El tiempo parece haberse detenido, y todo lo demás ha desaparecido. Estamos en un universo diferente, donde los dos estamos juntos y nada más importa.
Leo se aparta de mí y yo entrego un pequeño suspiro. La energía en el ambiente empieza a cambiar, y yo siento como si algo hubiera cambiado para siempre. No sé cómo volver a la realidad, pero puedo sentir una sensación de paz y tranquilidad en mi interior. El mundo externo empieza a reaparecer, pero no quiero regresar. Quiero quedarme en este momento.
Leo me mira y dice:
-No necesitas tomar ninguna decisión hoy. Solo quiero que te sientas cómoda conmigo. Quiero que puedas confiar en mí y puedas abrir tu corazón conmigo-.
Estas palabras son como un balón de oxígeno que me afloja el pecho. Entonces, me siento capaz de respirar de nuevo.
Mientras nos miramos, me parece que una conexión invisible se forma entre nosotros.Leo se vuelve a inclinar hacia mí y me da un beso. Pero no es un beso rápido o superficial. Es un beso profundo y delicado. Es como si nos conectáramos emocionalmente y físicamente. El beso empieza con suavidad, pero poco a poco se vuelve más apasionado. Noto que mi cuerpo entero se está calentando. Estoy vibrando con la emoción de este momento. Siento que nuestros labios, nuestros cuerpos y nuestras almas se han conectado de manera mágica. Es como si la vida entre los dos hubiera cambiado de un momento a otro,nuestros labios se separan. Los dos estamos respirando con rapidez y sintiendo una adrenalina incontrolable. Nos quedamos mirándonos el uno al otro, sin saber muy bien qué hacer o qué decir. Y en ese momento, sé que este es el principio de algo maravilloso y especial. Y cuando nos miramos a los ojos, lo sé. Hay algo más entre nosotros. Hay algo mágico. Y lo mejor de todo es que sé que esto sólo va a empezar.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Oct 28, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El Laberinto Del Recuerdo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora