Era un dia frio pero hermoso exactamente como eran mis favoritos, habia pasado una semana desde la muerte de mi padre, era mes de noviembre aun asi me encontraba paseando por el parque sin rumbo alguno solo pensando en que seria de mi futuro y pensando todas las cosas que nuca le dije y pude haberle dicho si no hubiera huido de casa.
El dia de su entierro no llore ni senti lastima por nadie, estaba practicamente en shock me sentia culpable por su muerte y aunque suene raro nadie me consolo o intento hablar conmigo, necesitaba desahogarme con alguien pero todos estavan igual de abatidos o peor que yo y eso no seria de mucha ayuda.Las palomas se encontraban a mi alrededor como si algo en mi les llamara la atencion, de la nada salio un ciclista paso por mi lado e hizo que las palomas salieran volando en mi direccion provocando que cayera sentada en las piernas de un muchacho, vergüenza era poco lo que yo senti en ese momento no pude nisiquiera voltear a ver la cara de aquel joven, solo me pare y sali caminando lo mas rápido que pude pero no sin antes pedir miles de disculpas, me encontraba mirando al suelo y practicamente corriendo, cuando mire al frente fue demasiado tarde ya habia derrivado a otro muchacho cayendole encima pero esta ves en una situacion un poco mas incomoda, definitivamente hoy no era mi dia de suerte, no me habia fijado que de mis ojos caian lagrimas hasta que el muchacho limpio una de ellas, lo unico que pude hacer fue ver sus ojos que demostraban compasión y preocupación, sentia como si con el simple hecho de verlos me elevara hasta la luna, voltee a ver sus labios y logre observar que se movian pero mis oidos no lograron identificar ningun sonido.
Cuando por fin pude escuchar algo-Hola, oye estas bien?- salieron de su boca esas palabras sin ninguna dificultad, pero para mi mala suerte yo no pude mas que susurrar un simple "si"
-No lo creo por que estas llorando y es la segunda ves que me caes encima, creo que hoy no es mi dia de suerte.
Por alguna extraña razon su voz sonaba como una hermosa melodia para mis timpanos.
-Si no te preocupes todo esta bien- volvi a mentir.-Oye chica enserio, si ocupas desahogarte de algo soy todo oidos. Automaticamente me senti protegida con la amabilidad de aquel muchacho
-Bueno ya que vamos a hablar me gustaria invitarte a levantarnos- senti como un calor se corria a mis mejillas no habia notado que seguia encima de el.
Despues de pararnos y caminar un poco decidimos sentarnos en una banca al lado del lago, pero esta vez yo comence la plática
-Lo siento por lo de hace rato en verdad no fue mi intencion usarte de silla y luego de cama, por cierto mi nombre es Elizabeth pero puedes llamarme Ely- le ofreci una pequeña sonrisa y estrechamos las manos, el contesto.
-Mi nombre es Mike y no te preocupes estudie para silla y cama, tengo licenciatura ya era hora de practicar- yo solo lo mire un poco sorprendida por las cosas que decia, el tuvo que darse cuenta ya que solto mi mano y rio levemente.
-Y bien chica cuentame que es lo que te pasa?
No sabia si confiar en el ya que lo acavaba de conocer pero puede que el destino se apiado de mi y decidio ponerme a este muchacho para poder desahogarme, si decidi contarselo todo, desde las peleas hasta la muerte de mi padre.Yo no paraba de lloriquear y hablar el solo me escuchaba y de ves en cuando me regalaba un abrazo o un apreton de manos en forma de consuelo, una ves de terminar mi relato el solo dijo:
-Eres como mi heroe me sorprende que seas tan fuerte Ely. Por lo visto tenemos algo en común.
Esas palabras me confundieron un poco, pero decidi no preguntar el porque de aquel comentario.
Hablamos un poco mas pero no sobre mi si no que de cosas sin sentido, no me habia dado cuenta que habia anochecido hasta que me invito a cenar, decline la invitacion ya que mamá estaria preocupada, intercambiamos telefonos y nos despedimos con una sonrisa, definitivamente hoy seria uno de los mejores y peores dias de mi vida.
ESTÁS LEYENDO
CONCURSO PERSONAJE "Adoptada por un playboy"
Aléatoire"Lo conoci por accidente, hicimos amistad y de repente, me di cuenta, que ya me importaba mas de lo que deberia. Y, entonces, a complicarme la vida otra ves, por amor y desamor.