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No se cumplió ninguno de sus planes.

Se sentaron en silencio en el sofá del salón, se miraron y, simplemente, no supieron qué decir.

Felix pensó en encender el televisor, pero sinceramente no quería que ningún ruido molesto procedente de la serie de turno les distrajera. Así que se acomodó de lado y observó a Hyunjin. Él estaba sentado muy recto, examinando los cuadros de la vitrina, y de vez en cuando su mirada cambiaba de rumbo y se dirigía al único retrato que había sobre el mueble.

Felix sonrió, se levantó y fue a por él.

—Son mis abuelos cuando eran jóvenes —le explicó tendiéndole el retrato y volviendo a sentarse de lado, frente a él.

—Eunji era muy guapa.

—Sí. Era y es la mujer más hermosa del mundo.

—Tu abuelo parecía un señor muy serio.

—Uf, ni te lo imaginas. Era muy formal y circunspecto y siempre estaba dando órdenes. Lo malo es que el pobre esperaba que las cumpliéramos al pie de la letra, y nosotros jamás le hacíamos caso —comentó divertido—. Sus rasgos afilados, sus espesas cejas y el impecable mostacho le daban apariencia de severidad, pero en realidad era un pedazo de pan. Y yo hacía con él lo que me daba la gana —afirmó soñadoro. 

—Le querías mucho.

—Fue el mejor abuelo del mundo.

Hyunjin asintió pensativo. Su mirada se clavó en el retrato, y sus dedos dibujaron con lentitud el contorno de la pareja fotografiada, deteniéndose una y otra vez en los rasgos de las caras y las manos unidas.

—¿Echas de menos a tus padres? —susurró Felix acercándose a él.

Hyunjin dio un respingo ante la pregunta; él jamás le había hablado a nadie de sus padres, pero Felix parecía conocer cada uno de sus pensamientos. Desvió la mirada al suelo a la vez que negaba con la cabeza.

—¿Dónde están? —preguntó el posando una mano sobre el brazo del hombre. Él se encogió de hombros.

—¿Hace mucho que no los ves?

El joven lo miró con los ojos entrecerrados y la cabeza inclinada a un lado, reflexivo.

—Oh, vamos, no soy idiota. Si tuvieras alguna relación con tu familia no habrías acabado...

—En la calle —finalizó Hyunjin la frase por el.

—No iba a decir eso —replicó acariciando el antebrazo del joven—. Si tu familia hubiera estado a tu lado no hubieras acabado solo, sin ningún apoyo, perdido entre las calles de esta ciudad.

—No. No tengo familia.

Felix fijó su mirada en la de su amigo y esperó. Cuando Hyunjin hacía eso, siempre le daba resultado; quizás a el también se lo diera.

—Me crié en una residencia para menores en situación de desamparo. No tengo ni idea de quiénes son mis padres. Creo que me dejaron en la puerta de alguna iglesia o algo por el estilo —explicó encogiéndose de hombros y restándole importancia.

—No sabes cuánto lo siento —dijo Felix acurrucándose contra su pecho. 

—¿Por qué? Era un buen sitio. Me dieron estudios, me alimentaron y vistieron. Tenía buenos amigos y un techo sobre mi cabeza y, durante varios veranos, distintas familias de acogida me llevaban a sus casas. Disfrutaba muchísimo durante ese tiempo, lo malo era cuando tenía que separarme de ellos. Era horrible —confesó abrazándolo—. Recuerdo con claridad lo mucho que anhelaba quedarme con esas personas, pero no era posible.

Stay with me || Hyunlix✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora