(2) ¡EXTRA! ¡EXTRA!

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• 𝐅𝐀𝐍 𝐍Ú𝐌𝐄𝐑𝐎 𝐔𝐍𝐎 •

Aún seguía ahí, mirando hacia el público atentamente, esperando ver a alguna (más bien dicho, ESA) cara familiar.

A veces deseaba que lo vuelva a raptar como la primera vez que se dió cuenta de su presencia.

Es verdad, todavía no eran nada, no había nada aclarado. Pero aún así el batero prestaba atención a todas partes a finalizar un recital. Esperando que tal vez… Solo tal vez, aparezca él de nuevo.

Sus compañeros también se la dificultaron. Pues, cada que salían, no le quitaban la mirada de encima, también hicieron lo que prometieron, hacer que Alvin siempre salga primero.

Pintos estaba triste, tal vez solo fue un sentimiento del momento y en realidad no querría nada con él, pero Riki no era así.

Meses después, a la banda se le había olvidado aquel suceso, por ende, Álvaro volvió a ser el último. Ante este descuido, el de rulos tuvo que aprovecharse.

Y sí, lo volvió a hacer. Volvió a llevar al batero a aquel callejón, en la misma situación. Solo que ahora, algo jugo en contra.

── ¿Ricardo? ── Preguntó Tavella. Se había percatado de que Alvin no estaba cuando iban a subir a la camioneta blanca, y justo los vio, así que no dudo en seguirlos.

── ¡AY DIOS! ── Pegó un susto el antes nombrado abrazando al batero. Quién anteriormente se estaba besando con él.

── ¿Qué mierda haces acá? Y… ¿Son pareja? ── Volvió a Preguntar. Maldito seas Santi, ni ellos lo saben.

Todos quedaron en silencio un par de segundos, hasta que el Musso mayor llegó.

── ¿Santi? ¿Estás bien? ¿Viste a Alv- ──Habló Roberto quedando boquiabierto al ver tal escena. Bueno, ahora sabía quién era el culpable de la primera desaparición del pelao'.

── Hermanito, te lo puedo explicar… ── Se iba a excusar más que explicar, pero el mayor no lo dejo.

── A parte de que te vas de la banda, ¡También nos querés afanar a batero! ── Dijo medio en joda, medio en posta. ── Y aparte te lo ligas. No, no, todo mal Ricardito. ── Seguía bromeando.

Riki no decía nada, solo se mantenía pegado al cuerpo del menor. Este, por su parte, intentaba ocultar su sonrojo y buscar alguna forma de explicar todo.

── Bueno, pero yo no te decía nada cuando fingías besarte con Santi. ── Dijo intentando safar un toque.

── Fingiamos, no nos agarrabamos a besos de verdad. ── Contestó sereno Tavella.

── ¿No? ── Preguntó Roberto mirándolo confuso. La reacción del mayor fue hacerle una seña para que se callara. ── Ahh, nonononono.

El grupo quedó en silencio unos largos minutos, hasta que Roberto volvió a hablar.

── Bueno che, si te gusta el pelao', no hay problema. Solo no te lo secuestres así, la anterior vez casi me da un infarto.

── Jaja, si, escuché como llorabas, nena. ── Dijo su hermano menor riendo. Roberto lo miro enojado.

── Bueno Santii, dejemos a la parejita sola, que ellos se arreglen para volver. ── Aún enojado, agarro la muñeca del mayor para llevarlo con los demás. Este solo saludo agitando su mano libre.

── Ricardo… ¿Qué somos? ── Dijo un tiempo después de que el dúo se fuera.

── No lo sé. ¿Que querés que seamos? ── Contestó, ambos estaban confundidos con sus sentimientos.

── Cualquier cosa, mientras no te pierda. ── Confesó para luego abrazarlo. El mayor simplemente se quedó en silencio.

── Álvaro. ── Habló cortante.

── ¿Sí?

── ¿Querés ser mí novio? ── Propusó mirando directamente a los ojos marrones el menor, esos hermosos ojos marrones. Pintos por unos segundos no tuvo reacción, hasta que tomo de imprevisto a Riki tomándole de las mejillas para plantear un corto beso en sus labios.

── Sí, sí quiero. ── Contestó para luego volverse a unir en un tierno beso.

˚₊꒷꒦   The Alviki.. 𝇂𝇃ׅ  ᱖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora