Serie de los LCW 02 - Corre, Winwin, Corre

Capítulo 4

Yuta irrumpió en la vivienda de la manada, su estado de ánimo empeoró a medida que halló el lugar de pared a pared, con los demás. ¿Quién sabía que vivir con una verdadera manada en realidad significaría que su nueva casa siempre estaría tan condenadamente llena? Inserte risa seca de humor.

Uno de los miembros de su manada original, un lobo llamado Kyungsoo, se acercó a él. Un pequen rubio con una gran boca, él y Yuta se había hecho cercano durante los últimos meses. Más aún cuando el mejor amigo de Yuta, Bangchan, había encontrado a su pareja y pasaba más tiempo dentro de la habitación que fuera.

—¿Qué te ha tan cabreado?—, Preguntó Kyungsoo. Yuta le dio al Omega y sus vaqueros ajustados negros y una camiseta onceover. —Bueno, ese atuendo para empezar. ¿La pintaste con aerosol?

Kyungsoo pasó la mano por su propio pecho. —Nadie se queja de ello. De hecho, he tenido más de algunas ofertas. Lo suficiente como para mantenerme ocupado por lo menos durante el resto de la semana.— Un brote de cólera pasó por Yuta. No por celos, pues sabía que si él fuera a tratar alguna vez de tomar a Kyungsoo como un compañero, uno de ellos estaría muerto por la final de la semana. Pero eso no quería decir que Yuta no le importaba el pequeño lobo o como la idea de él que era utilizado por los miembros de la manada, como su propio juguete sexual personal.

—Tienes que encontrar a alguien que te trate bien y en que realidad quiera estar contigo por más de una noche—, gruñó Yuta. En el instante Kyungsoo se estremeció, Yuta lamentó no haber encontrado algunas mejores palabras para su discurso. Teniendo en cuenta lo pendejos que eran los miembros de su antigua manada de Yuta tendía a olvidar lo que realmente era ser civil. Fue otra de las razones por las que le molestó a él ser lanzado a un nuevo mundo. Cuando le sirvió a Changjo, Yuta siempre había sabido donde estaba. Las reglas habían sido sencillas. Traer dinero. No llames ninguna atención a la manada. No matar a nadie sin el permiso de Changjo en primer lugar. Por encima de todo, nunca tomes la última galleta del tarro, ya que al antiguo Alfa le encantaban sus chips de chocolate.

Ahora, Yuta tenía que socializar en realidad y sus contribuciones a la manada tenían que ser todo en el aspecto legal. Si Mir, su nuevo Alpha, siquiera se enteraba que Yuta era un perro malo, entonces estaría en problemas.

Eso no fue lo que asustó a Yuta el más no, eso sería la pareja del Alfa, Amber. Un shifter Jaguar, tenía el mayor conjunto de las bolas en la manada, y era también uno de los mejores luchadores. No eran muchos los que intimidaban a Yuta, pero esa pequeña mujer con su temperamento vicioso y los hábitos sucios de lucha lo aterrorizaban. Un sentimiento que casi toda la manada compartía. Kyungsoo dejó escapar un resoplido, con lo que sacó a Yuta de sus pensamientos. —¿Qué te hace pensar que quiero sentar cabeza con alguien? Es divertido follar con quien yo quiera.—

Yuta se detuvo y se volvió, poniendo sus manos suavemente sobre los hombros delgados de Kyungsoo. —Te merece más que ser la puta de la manada.— Por un momento, Yuta se preocupó que él hubiera ido demasiado lejos, especialmente cuando el labio inferior de Kyungsoo tembló un poco.

Entonces el pequeño lobo respiró profundamente y dijo—: Yo sé que no vienes de una manada tradicional, así que voy a explicarte una de las reglas básicas. Nadie quiere aparearse con un Omega. Es posible que nos quieran joder. Golpearnos. Darnos caza por diversión. Pero en realidad nunca llegan a admitir que tienen sentimientos por el miembro más débil de la manada.

—Vas a tener que disculparme si digo que la regla es tonta como mierda y necesita un puto cambio, —espetó Yuta. Kyungsoo dio un pequeño encogimiento de hombros, los labios bajaron en un ceño fruncido. Nunca antes el Omega se había visto tan pequeño, tan débil, tan golpeado. —Ha sido así desde el principio de los tiempos. No va a cambiar nunca. Sólo tienes que aceptarlo y seguir adelante.