XII

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No podía decir que estaba mal.

No cuando antes había hecho cosas peores con otra persona, los momentos que había logrado crear junto a Mitsuri los días que estuvo junto a ella ya habían caído por completo cuando dejó que su cuerpo sea tomado por otra persona que no sea ella. De verdad que lo intentó pero no podía dejar de recordar ese momento, tal vez porque le gustó, tal vez porque su mente no aguantaba el hecho de ya no poder ser un hombre de verdad al haber sido tomado por otro, y dolía tanto.

Dolía más o igual a lo que estaba presenciando, ahora justo cuando por fin buscaba dar un paso y olvidar todo junto a ella. Su respiración se vuelve agitada y la lluvia se empieza a intensificar.

Es inconsciente.

Lágrimas se derraman por sus mejillas.

- Iguro no... - Mitsuri trata de hablar mientras se acerca a él pero este retrocede bruscamente - No fue mi intención, no... - El fuerte aire aumenta más a cada segundo y la pilar sólo tiembla con cada paso, Obanai retrocede sin dejar de observarla y trata de regular su respiración, estaba asustado, decepcionado... Esperaba eso de todas las personas en el mundo menos de ella, no de la persona que más amó en toda su vida, nunca había llegado a querer a una chica luego de que en su familia estas lo hayan utilizado como un objeto pero ella había entrado a su corazón. Mitsuri realmente logró enamorarlo de una manera que creyó imposible y todo lo que estaba haciendo era por ella, alejarse, ocultarse...

No se dió cuenta que Kyojuro ya había logrado enamorarla.

- Si estabas con él pudiste habérmelo dicho mediante una carta o un cuervo, no así... - Su voz sonaba tan debil y quebrada - Realmente eras una maldita ramera...

No lo decía de verdad, estaba dolido.

- Eres una chica tan jodidamente fácil que caíste tan rápido con otra persona que no era yo solo por lo necesitada que estabas. Que asco me das, con razón ibas hacia él casi a diario - Mitsuri abre sus ojos asustada al escucharlo y llora.

- Iguro ella-

- Tu cállate y no te metas - Obanai dirige su mirada hacia Rengoku con suma molestia y sólo se obliga a seguir hablando - Malditos idiotas, ya pueden estar juntos, ya me enteré ¿No era lo que querían? - Aprieta sus puños al sentir una fuerte impotencia y sólo retiene el romper el llanto - Nunca debí de pedirte ser mi novia, no sabiendo lo regalada que eras - Mitsuri niega sin poder creer lo que escucha y se cubre la boca empezando a sollozar.

- Ya fue suficiente Iguro.

- Sí, ya fue suficiente, si sigo así quizá se ponga a llorar peor y no estoy para aguantarla así que la dejo en tus manos - Voltea dándole la espalda a ambos y se limpia su rostro - Espero que la cuides, no vaya a meterse con Giyuu o Sanemi después - No tarda en empezar a correr aún con la lluvia mojándolo y Kyojuro se queda observandolo.

¿Qué es lo que había hecho?

Un fuerte rayo impacta cerca y Mitsuri cae al suelo arrodillada sin dejar de llorar.

Había arruinado todo.

Había hecho terminar de mala forma aquello que prometió reparar.

Obanai entra a su finca cerrando la puerta con fuerza y se apoya en esta respirando agitado, gotas constantes chorrean de su traje mientras mira la nada. Se toma el pecho al sentir un fuerte dolor en él y sólo muerde su labio inferior para no gritar. No tenía que sufrir por ella, no cuando estaba fuera con su nueva pareja, feliz. No debía de llorar.

- No debo, yo inicié esto... - Dice mirando al suelo desesperado y lágrimas empiezan a salir - Es mi culpa, es mi culpa - Dirige sus manos a su cabeza empezando a deformar de su frente y niega. Eso no lo ayuda, al contrario, sólo ocasiona que sus pensamientos empeoren al punto de no aguantar más y caer al suelo - ¿Por qué? ¡Porqué ahora maldición! ¡Por qué de esta manera! - La fuerte lluvia hace que sus gritos no logren salir de su habitación y llora. Sólo Kaburamaru es testigo del terrible sufrimiento que en ese momento su dueño va sintiendo y también llora junto a él, triste y dolido aunque no lo mostrara.

El hilo rojo de Obanai [ SaneGiyuuOba ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora