V

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Era el momento de Giyuu.

Él no sabía que Sanemi realmente no había hecho nada con Obanai, creía que sí, y asustado pensaba en qué hacer primero para no quedar mal con su compañero.

Cuando estuvo en camino junto a Obanai suspiró varias veces nervioso en busca de calmarse, estaba muy ansioso, pero una vez que llegaron al lugar ambos se distrajeron en tratar de idear planes tanto que Obanai le hacia sentir seguro de sí mismo.

- Cuando fui a la misión con Sanemi actuó muy raro, supongo no te dijo nada del porqué ¿No?

- N-no...

- Ese idiota.

Ahora Giyuu estaba más seguro de que sí hizo algo.

«¡¿Como tuvo el valor!?»

En la noche empezó la pelea, tuvieron que enfrentarse contra aproximadamente veinte demonios porque estos parecían multiplicarse y todavía les faltaba bastantes, pero a las tres de la mañana dejaron de atacar porque ya estaban totalmente agotados. Había un cabaña la cuál quedaba un poco lejos y tenían que ir ahí para descansar y curar sus heridas, lo bueno es que por suerte ninguno estaba grave.

- Ya llegamos, supongo que habrán preparado esto para nosotros - Obanai entra sonriendo y observa el lugar. Sólo había un cuarto con dos futones en la esquina y una pequeña fogata que alumbraba el centro - Al menos podremos estar más calientes, en fin, ¿quieres comer algo?

Giyuu niega con la cabeza.

- ¿Porqué tan callado?

- Ah, estaba pensando, disculpa.

- Bueno, si no quieres hablar entonces mejor hay que dormir para así mañana tener fuerzas.

Giyuu asiente y va hacia el futón rápidamente. Se saca su haori junto a su katana dejándola a un lado y se desabrocha el cinturón para que no apriete su cuerpo. También aprovecha en desatarse su cabello. Iguro mañana estaría más separado de él porque investigaría otro lugar y si no hacía lo que dijeron quedaría mal. No sabía como iniciar.

«¿Y si no lo hago y le digo que si lo hice?»

Se golpea la cabeza.

«Eso sería muy cobarde»

Pasa veinte minutos tratando de pensar en algo que hacer pero no lo logra, estaba a punto de darse por vencido y dormir de una vez por todas cuando en eso ve como Obanai sale de uno de los cuartos con una bata negra y se arrodilla junto al fuego que ya se estaba apagando por falta de leña.

- Maldicion, me doy un baño para relajarme y ahora tengo frío - Dice molesto mientras saca un botella de sake y empieza a tomar.

Giyuu ríe por eso.

- Deja eso y échate, aquí hay bastantes mantas para que te cubras.

Iguro suspira con pesadez y toma algunos cuántos sorbos más de la botella para ir con él al darse cuenta de que el fuego ya se había apagado por completo, pone el futón que estaba ahí junto al de Giyuu y se sienta. Le ofrece algo de licor y este al no saber que más hacer acepta empezando a tomar sólo algunos sorbos. Luego Obanai se echa cubriéndose lo más rápido que puede por el frío que siente y Giyuu puede notar su vulnerabilidad.

Era ahora o nunca.

- Ponte más allá -Se tensa cuando siente como Iguro se echa en su mismo futón y hace caso - Aquí hay más mantas y ya calentaste el lugar así que con tu permiso dormiré a tu lado.

Obanai se pone de costado dándole la espalda a Giyuu y se acurruca como un bebé. Tomioka sigue procesando lo que pasa a pesar de que no pasa nada. Mira el techo algo confundido y siente como su compañero tiembla por leves momentos. Algo nervioso se voltea para rodear sus manos en su cintura y deja que el buen aroma de sus cabellos esté cerca a su rostro. Obanai se sobresalta.

El hilo rojo de Obanai [ SaneGiyuuOba ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora