✧. Capítulo Veintiséis: Nada es coincidencia.

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JiMin observaba como los niños realizaban sus actividades con esmero o algunos lo llamaban porque no comprendían ciertas actividades. Lo que disfrutaba de las mañanas (muy aparte de pasar tiempo con su hija) era poder convivir con más niños.

—Pronto terminará nuestra clase de artes —mencionó la maestra Jung— y podremos empezar con nuestra clase de educación física.

Los gritos de alegría resonaron en el curso. Claro que eso era suficiente para que todos lo tomaran como motivación para terminar con sus trabajos de ese momento; por lo que, cuando se dio el cambio de materia, todos estaban listos para salir al patio especialmente preparado para los pequeños y con una maestra especializada en la materia. 

Ambos maestros observaban como los pequeños disfrutaban de las rutinas que su maestra les enseñaba. Algo que aprovechaban para conversar. 

—Te he notado un poco agobiado —mencionó Whee-In, sin quitar su sonrisa dirigida hacia sus alumnos y cruzada de brazos—. ¿Qué te preocupa?

JiMin se tomó su tiempo antes de responder, saludando a los pequeños que lo hacían llamando su atención.

—Bueno... tiene que ver con SoYeon —susurró.

—¿De nuevo pregunta por su papá? —asintió ante la pregunta— Oh, creí que lo dejaría después de lo que le dijiste. 

—Está así después de la visita de TaeHyung —sonrió un poco dubitativo—, claro que no es su culpa, es solo que...

—Entiendo —Whee-In dirigió su mirada hacia él—. JiMin, también me mencionaste que ella recordaba a tu exjefe, ¿eso es malo?

—Sí, él no es su papá —masculló e infló sus cachetes en un pequeño mohín—. Quiero decir... tiene una idea algo interesante sobre ello, pero no me siento capaz de mentirle de esa manera a mi hija.

La Omega tan solo asintió volviendo la mirada hacia sus alumnos. El silencio solo era llenado por el bullicio alrededor; JiMin sí le había comentado a Whee-In sobre su exjefe, un hombre que pensaba muy poco en lo que diría y ante todos lucía como una persona amable. Pero para él, solo fue alguien que apareció en su vida y la puso de cabeza con sus tonterías, en un buen sentido. 

—Oh, se me olvidaba comentarte —habló después de ese silencio corto sin borrar su sonrisa—. En una semana vendrá un abogado muy importante para dar una charla a los padres acerca de ciertas cuestiones legales que desconocemos. Podría interesarte. 

—¿Sabes de qué hablará?

—Adopción y familia —JiMin sonrió—. Bueno, no tengo el itinerario completo, pero estoy segura de que esos son sus temas centrales. 

—Oh, pero, ¿por qué ese interés en que hable con un abogado?

—JiMin, no es cualquier abogado, es hijo de uno de los abogados más reconocidos en Seúl. Su nombre es... Jung DongJu, si no estoy equivocada. 

—¿Jung dices? —preguntó ciertamente sorprendido.

—Sí. No es un familiar ni nada, pero su apellido puede dar esa confusión. 

Esta vez no respondió, al contrario, estaba pensando en ese apellido. Conocía a otro Jung que también tenía su fama de abogado, de nuevo, su nombre hacía acto de presencia, Jung HoSeok.

Eso le causaba cierto temor. O tal vez, solo lo estaba recordando porque desde la visita del prometido de Whee-In, su nombre volvió a su mente. 

Dos años intentando olvidar todo lo relacionado a Seúl, con él y por mucho que haya intentado negarlo, no había logrado su objetivo.

✧. ¡Papá en renta! • HᴏᴘᴇMɪɴ ❝ᴏᴍᴇɢᴀᴠᴇʀsᴇ❞ ¡ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱᵒ́ⁿ!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora