❁⋆ ᵃᵈᵃᵖᵗᵃᶜⁱᵒ́ⁿ; ᵉⁿ ᵖʳᵒᶜᵉˢᵒ ⋆❁
HoSeok sabía que lo que hacía, podía parecer malo, pero no le gustaba tener que ver los rostros de niños y niñas tristes porque no tenían un papá. Así que ¿por qué no ayudar a las y los Omegas solteros aunque sea unos d...
SoYeon se despertó incluso más temprano que su papá, quien todavía descansaba a su lado, no quería molestarlo porque la noche anterior le había dicho a su tía que estaba realmente agotado. Tomó su pequeño oso de peluche y se levantó de su lugar en la cama para después dirigirse a la pequeña cocina.
¿Y si por lo menos intentaba preparar el desayuno para su papá?
Ya tenía cinco años, y aunque le había visto alguna vez a su papá cocinar. ¿Lo lograría? Solo esperaba no levantar a su papá, quería darle una bonita sorpresa.
—Vamos —le comentó a su oso de peluche como si él le fuera a responder, y ambos se dirigieron a tomar las cosas que creían necesarias.
El ruido de la sartén cayendo y una olla le sorprendieron, tal vez solo se trataba de un sueño. Se removió un poco en su lugar con cierta molestia esperando que su hija no haya escuchado tal rubio, pero cuando tocó el lugar donde se supone ella debería estar tuvo que abrir sus ojos de golpe.
Algo somnoliento, buscó con la mirada a su pequeña hasta que continuó escuchando como algunas cosas de la cocina caían al suelo haciendo un ruido estrepitoso a tan tempranas horas de la mañana. Se levantó para después dirigirse al lugar donde seguro estaría la pequeña haciendo algo, cuando llegó a la cocina no esperaba encontrar tal escena.
—Yo te dije que no hiciedasduido —SoYeon estaba molesta con su oso de peluche que estaba sentado observándola desde la pared.
—¿Qué pasó aquí?
No pretendía sonar duro con su hija, pero esa era la impresión que le estaba dando ya que la pequeña soltó una de las ollas. JiMin solo cerró los ojos.
—Papi... solo quedíapepada el desayuno.
JiMin no sabía cómo reaccionar. Sonrió con ternura y se agachó a la altura de su pequeña quien tenía la mirada en el suelo y un puchero en sus labios. Para su suerte, hoy no iría a trabajar y podría hablar con ella sobre ciertas cosas que no puede hacer todavía.
Sabía que ella estaba creciendo, que habría cosas que tendría que explicarle y no podría hacerlo o le tomaría tiempo entender. Ser papá soltero no es nada fácil ni sencillo.
—Cariño, vamos a preparar juntos el desayuno. ¿Está bien?
Su pequeña solo asintió sonriendo. Se dispusieron a recoger el pequeño desastre que se había ocasionado sin querer. Hoy le tenía que prestar atención a su hija.
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Después de un buen desayuno, JiMin se puso a jugar con su pequeña. Con los pocos juguetes que tenía, le enseñó poco a poco a limpiar lo que habían usado y su habitación, SoYeon repetía lo mismo cada vez que le felicitaba mientras daba pequeños saltitos.
—¡Estoy gande papi!
JiMin entendía eso como algo tierno. Sin embargo, SoYeon no lo veía de esa manera.
