Capítulo 4: Cadenas

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¿Una vez más este sueño?

De nuevo ese cuarto oscuro, esa persona encadenada y el hombre de voz grave que me dice

-Corta las cadenas.

Pero esta vez es diferente, me encuentro aún más cerca. Ahora puedo notar que es un hombre de complexión delgada y un poco alto, aproximadamente 1.75 metros. Se encuentra viendo al suelo, dejando a ver su blanca cabellera.

Poco a poco el hombre comenzó a alzar la cabeza y dejó ver unos ojos de color naranja con una expresión muy furiosa. Extrañamente esa furia también desprendía una enorme tristeza. Antes de que el hombre alcanzara a mostrar su rostro pude sentir una mano en mi hombro sacudiéndome lo que hizo que despertara.

-No sabía que te gustara dormir en el suelo.

Al despertar pude ver una larga cabellera castaña muy clara y unos ojos azules viéndome muy confusos. Miku se encontraba postrada con sus rodillas cerca de mi cabeza y su rostro muy cerca del mío.

Cuando por fin cobré conciencia me levanté muy rápido. Golpeando con mi frente la nariz de Miku.

Ella se tiró de espalda quejándose y agarrándose su nariz y yo solo me quedé sentado sobándome la frente por el golpe.

Como pudo, Miku se levantó y con lágrimas en los ojos comenzó a reclamarme.

- ¿¡POR QUÉ TE LEVANTAS ASÍ!?

Yo giré la cabeza para verle la cara y responderle- ¿¡TU POR QUÉ ESTABAS TAN CERCA!? - dije con una cara sonrojada.

- ¡VINE A DESPERTARTE PARA QUE VAYAS A LA ESCUELA, TONTO, ESTUPIDO, BOBO, TARADO...!

Miku siguió maldiciéndome mientras seguía con lágrimas aproximadamente por 5 minutos mientras yo solo la veía con confusión.

-Creo que pudiste parar en el segundo insulto.

-Cállate y apúrate a cambiarte que ya casi nos vamos.

Miku se terminó de levantar y caminó a la puerta de la habitación mientras yo la veía un poco de reojo. Ella estaba descalza, llevaba un pequeño short y una blusa de tirantes morados ya que se acaba de despertar.

Antes de salir por completo Miku se volteó para verme con una mirada asesina ya que sabía que la estaba viendo. Rápidamente me giré en dirección contraria y comencé a sudar por la presión que sentía. Ella se quedó parada viéndome unos segundos más antes de irse a su habitación.

-Muerte a los acosadores- escuche que dijo entre dientes.

Comencé a prepararme para ir a la escuela después de tanto tiempo. Por primera vez me había despertado a tiempo para poder llegar a la hora de la entrada. Era muy raro levantarse y seguir viendo oscuras las calles. Por lo general a la hora que me despierto ya hay bastante luz (ya que siempre llego tarde).

Terminé de arreglarme y al bajar a la primera planta ya se encontraba toda la familia de Kaori desayunando. Platiqué con toda su familia y no paré de agradecerles durante toda la comida. Al terminar, Kaori, Miku y yo salimos y fuimos a la preparatoria. Miku iba un año abajo de nosotros, pero su apariencia era más madura.

Durante todo el camino Miku se la pasó viéndome mal por el incidente de la mañana. Yo simplemente ignoraba su mirada amenazante.

Antes de llegar a la escuela, un escalofrío recorrió por toda mi espalda lo que me hizo voltear abruptamente.

- ¿Qué te pasa? ¿Estás bien? - me preguntaba Kaori viéndome confundida.

-Siento que alguien nos está siguiendo- respondí mientras miraba para todos lados, hasta que hice contacto con los ojos molestos de Miku -Olvídalo, creo que es por culpa de la enana de allá- apunté a Miku con una cara de indiferencia.

Itami no honōDonde viven las historias. Descúbrelo ahora