Sé mi cómplice

Capítulo 13

Ayer nos pasamos el día viendo películas de horror, ya que el tiempo estaba para relajarse un poco. Sin embargo, algunos fragmentos de la película me recordaron a la noche anterior, el accidente.

No voy a pensar en eso. Para mi lo más importante en estos momentos es esmerarme bastante en descubrir el misterio que me rodea, en especial Theo Smith. Y por supuesto, voy a centrarme también en mis estudios, en mi carrera de abogacía.

Mi madre no ha llamado desde esa noche, ni siquiera Max, yo también debo admitir que no he tenido la valentía de ponerme en contacto con ellos para saber lo de la casa.
Para ser sincera, hay veces que no enfrento los problemas como es debido, hay situaciones en las que huyo porque me cuesta mucho afrontar las cuestiones, sin embargo hay veces en las que me esmero demasiado y llego a conseguir lo que buscaba.

Esa parte cobarde de mi debe cambiar porque no puedo seguir el resto de mi vida siendo cobarde, si es que quiero llegar lejos y cumplir mis metas debo ser valiente.

Esta mañana, amaneció un poco frío y nublado, fui a la universidad ya que el tiempo estaba mejor, después de unas horas regresé a casa y pedí una pizza, la cual me estoy comiendo ahora mismo. 

Salgo de él apartamento para llegar a la casa de Theo.Tengo vergüenza de postrarme en la vivienda de los Smith's después de lo sucedido hace unos días pero necesito saber todo la información que tienen ellos.

No quiero involucrar a Liam en mis cosas. Esto lo haré yo sola, sin su ayuda porque ya en bastantes problemas lo he metido, así que aproveché que no está en casa.

Me coloco tras un árbol de naranjos para llamar a Charlie porque desde anteayer no se nada de él, no lo vi en la universidad, ni siquiera donde se está alojando. Le marco A su número y no tarda en responder:

—¿Sí?—responde al otro lado de la línea, está jadeando como si estuviera corriendo. Supuse que lo estaría, ya que a Charlie le encanta hacer ejercicio.

—Necesitamos hablar,¿ Donde estás?

De pronto, siento unos pasos tras de mi y escucho una rama romperse. Miro a mi alrededor para comprobar si estoy sola, pero cada vez escucho los pasos más y más...

—¡Holaa!

Ahogo un grito al contemplar que Charlie está alfrente de mi.

—¿Te asusté?—pregunta inocente.

Golpeo su hombro y me río a carcajadas al ver que lleva su ropa deportiva, con las que siempre lleva para correr.

—Ya se cómo llegaste tan rápido.

—Estaba corriendo por la zona, es buena área para ejercitarse y pues, te vi tras este árbol y de pronto...bum, me llamaste y me dije: Déjame asustar a mi prima hermosa—me besa la mejilla graciosamente.

Mi sonrisa se desvaneció al acordarme de lo que tengo que hablar con él, la casa en llamas, las amenazas y las notas anónimas, no obstante tengo que omitir lo de el accidente de el día de la fiesta, eso no le diré a nadie y me haré como si no me acuerdo. Como diría Thalía: Y sí no me acuerdo no pasó.

—Rizitos, te llamé porque es 911—mi primo y yo desde pequeños hemos hablado en código, o sea para nosotros 911 es como un: ¡NECESITO TU AYUDA!o un:Necesito que seas mi terapeuta por unos minutos.

Mi primo es una persona de pocas palabras pero siempre me entiende, así que lo único que dice es:

—¿Qué tal si vamos a por una malteada a Maddelen's?

—¿Dónde es?

—A unas cuadras de aquí.Vamos.

Asiento con la cabeza y lo sigo. Mientras caminamos estuvimos hablando sobre su estancia en la residencia de los Ferrer, es a unas calles de la mía.