Aún si el tiempo pasa...

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Hace cinco años, una noticia estubo cubierta por cada televisora, reportero y periodista del país; un estudiante de nombre Kim Seungmin, con quince años de edad había desaparecido en el edificio donde vivía.

 Lo que causó gran conmoción es que, su caso fué como un verdadero truco de magia; pues en los videos de las cámaras de seguridad del lugar, captaron que se mantuvo jugando con los botones del ascensor, subiendo y bajando en distintos pisos pero sin salir de la caja metálica... 

Después de casi veinte minutos, la última vez que aquellas puertas se abrieron el estudiante ya no se hallaba dentro.

 Nadie supo de él luego de eso, sus padres estuvieron desesperados en encontrarlo, las revistas y periódicos se repartieron con recompensas tentadoras a quien brindara alguna información extra.

Pero el tiempo pasa, nuevos eventos surgen, las personas olvidan, los recuerdos se borran; así en un par de años no se habló más de aquel muchacho.

Oh, había un excepción, Bang Chan era el novio de Seungmin y cuando todos enterraron aquel acontecimiento, fue él quién continuó sin perder esperanza.

 A sus veintiún años, se encontraba estudiando en una prestigiosa universidad, tal y como lo tenía planeado desde su infancia. Pero aún ahora se sentía insatisfecho, pues aunque ya hubieran transcurrido años, aún
no olvidaba al pelinegro.

Lo soñaba en numerosas noches, lo pensaba cada que tenía la oportunidad; y como una rutina pasaba por las tardes delante de aquel edificio que ahora se encontraba abandonado, aquel donde perdió al amor. 

Solía sentarse fuera de allí un par de horas, mirando fijamente a la ventana a la cual pertenecía a la habitación del extraviado; a pesar de ser inútil, siempre lo hacía cada atardecer.

Pues tenía fe en verlo salir de aquel departamento y correr a abrazarlo como cuando iba por el hace ya años, por muy estúpido que sonara, realmente creía que podía suceder.

Había intentado olvidarlo, saliendo a citas, incluso llegó a tener una relación formal, pero le resultó imposible olvidar a su novio y no volvió a intentarlo, sus sentimientos eran tan fuertes como cuando estaban juntos. 

Esa tarde en particular se había adentrado al edificio, que se veía increíblemente sombrío por fuera, sin embargo, por dentro no era más que escombros por el deterioro.

Chan, a pesar de los años pasados, recordaba el lugar muy bien ya que en muchas ocasiones habían compartido tiempo en pareja en ese departamento.

Camino por los pasillos oyendo el eco que producían sus pasos, varias cosas aun se encontraban en su lugar como, también, varias habitaciones aún se encontraban con muebles. Cuando la tragedia paso, los habitantes del edificio huyeron con temor, pues muchos rumores surgieron haciendo que nadie volviese a poner un pie en el lugar.

Extrañamente los vagabundos o alcohólicos que pasaban la noche allí terminaban por tener un susto tan grande que salían despavoridos en plena madrugada o, en el peor de los casos, terminaban siendo cadáveres por ser víctimas de un paro cardiaco, siendo encontrados en las puertas del edificio.

Lo que dió más realce a que dentro de aquel inmueble habitaban espíritus que no les resultaban agradables los visitantes.

Entonces el castaño llegó a la habitación de su amado nuevamente, encontrándola siempre igual con las coasa en orden, aunque ahora era muy común cruzarse con ratas merodeando todos lados o murciélagos en las partes más altas. Las luces aún funcionaban en algunas habitaciones o corredores.

- Min, te extraño tanto... - Hablo al fin el intruso. - ¿Cuánto debo esperar para volver a verte?

Su voz resonaba en sus oídos, sabiendo que solo él estaba ahí.

De repente un cuchillo se escucho por la habitación, haciendo que una rata saliera por una ventilación y corrió por encima del armario, posteriormente cayó y continuo su carrera hacia afuera de la habitación.

A Chan le causó un temblor el repentino suceso, más aún porque aquel roedor lanzó al piso un pequeño cuaderno lleno de polvo. El mayor se aproximo a el para tomarlo y noto de inmediato que pertenecía a su novio.

Las hojas estaban escritas con letras prolijas, y dada a la cantidad de tiempo que estuvo apartada, la libreta tenía varias hojas con redacciones ilegibles.

Aun así Chris tomó en sus manos el objeto y salió con el de aquel lugar, encaminando sus pasos hacia su hogar.

Cuando llegó a su habitación, se recostó en la suavidad de sus sabanas y abrazó el cuaderno contra su pecho.

 Sin notarlo,  se quedó dormido hasta que el manto de la noche cubría el cielo. Las voces de sus padres lo despertaron, ya que ambos eran abogados, solían pasar poco tiempo en su hogar.

Chan camino frotándose los ojos hasta bajar al primer piso, creyendo que estaban ahí sus progenitores. Para su sorpresa, solo encontró a su hermana recostada en el sofá, viendo un programa de cocina.

- Yoonji, ¿Y mis papás? ¿Se fueron? - Preguntó haciendo que la chica lo mirara.

- Si, solo vinieron por algunos documentos y se marcharon. - Le comunicó la chica apagando la TV. - Dijeron que volverán en unos días.

- Bien... ¿Quieres que yo haga la cena? - Volvió a preguntar a la chica cuando la vio dirigirse a su habitación.

- Hoy saldré con unas amigas, asi que prepara algo solo para ti. - Le informo tomando su móvil.

- ¡Yoonji! Me castigaran si se enteran que estoy dejando que salgas todas las noches. - Regaño el mayor.

- Vamos hermanito. - Ella suavizó su voz y rogó. - Por favor, tu tambien puedes venir.

- Agh, solo vuelve antes de que amanezca. - Desistió y lanzó un suspiro. - Yo estaré en casa.

- Channie, ya han pasado varios años. - Dijo ella. - No has salido desde ese entonces, podrías intentar...

- No. - La corto. - Y no lo menciones de nuevo.

- Mis compañeros dicen que ese chico estaba metido en brujería, ¿Sabes? - Chan pasó por su lado dirigiéndose hacia su habitación. - Dicen que por eso desapareció sin dejar rastro. - Habló la chica siguiéndolo.

- Yoon, se te hará tarde. - Chan concluyó el tema y se encerró en su habitación. 

Pronto escuchó las pisadas de su hermana alejándose, por lo que caminó hacia su escritorio y tomo la libreta que había encontrado en el edificio abandonado. En la primera página estaba el nombre de Seungmin y luego una hoja en blanco, seguidas de muchas que tenían trazos y dibujos.

- ¿Debería dejarte ir ya...? - Se preguntó el castaño. - Quiero verte, Seungmin...

 - Quiero verte, Seungmin

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¡La nueva propuesta ha llegado!

Gracias a Sunflower_Mic por permitirme adaptar su historia<3

Y muchas gracias a ustedes que se toman el tiempo de leerme 🫂🫂, se los agradezco un montonazo.

El Ascensor - ChanMin (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora