Han pasado cinco años desde que Seungmin desapareció y a pesar de que su pérdida fue en extrañas circunstancias, con los años ha caído en el olvido.
Pero hay alguien que aún lo conserva en sus recuerdos, sin perder la esperanza de encontrarlo.
Bang...
Luego de que su hermana se marchara, había preparado un platillo y lo había degustado viendo un show de comedia en la televisión.
Envió después un correo con el trabajo pendiente del siguiente dia, revisó sus apuntes y colocó todo en la mochila que llevaría mañana a sus clases.
En una hora más, Bang Chan se encontraba sumido en un profundo sueño gracias al silencio que lo rodeaba.
Pero su sueño se vió interrumpido por el sonido de una llamada entrante. Chan no era de sueño ligero, pero ya que durmió algo en la tarde, la melodia del celular lo despertó.
Tomó el aparato ruidoso y sin poder abrir completamente los ojos debido al brillo de la pantalla, deslizó un dedo acertando en responder al remitente.
- ¿C-Chan..? - Cuestiono una voz temblorosa. - Ayuda...me, ayudame a salir de aquí... El va-- a matarme... -
- ¿Qué? - El castaño aún sentía pesados sus párpados y los frotaba para despertar. - ¿Quién habla?
- ¡Soy Seungmin! - La voz se escuchaba más desesperada. - Por favor... Por favor.
Chris al escuchar ese nombre abrió los ojos desmesuradamente, sintió que sus latidos se detenían; su boca se abría y cerraba como un pez fuera del agua al intentar gesticular palabras.
Un llanto se sumó a la voz de la otra línea, pronto unos gritos agudos, haciéndolo reaccionar.
- Min, Min... Dios mío. - Habló al borde de la emoción. - ¿Dónde... estás? ¿Te encu-
- Escucha a- - Le cortó el habla y casi susurro lo siguiente. - Se que- ...la ...libret- ...y leela- ...ven-... pued-...
La señal parecía disminuir, pues más ruidos interfirieron a que siguiera escuchando, unos segundos más y la llamada terminó sola haciendo que la pantalla del teléfono se tornara negra.
- ¡Seungmin! - Chan tomó el móvil e intento encenderlo, más no funcionó. - ¿Dónde estás?... ¿Dónde debo ir?
- ¿Por qué haces tanto ruido? - Su hermana abrió de un tirón la puerta - ¿Con quién hablas? ¿Hay fantasmas aquí? - Yoonji comenzó a reír en alto, gracias al alcohol que recorría en su organismo.
El mayor camino hasta ella y la sostuvo antes de que se estampara con el suelo.
- Definitivamente será la última vez que salgas. - Dijo el castaño. - Apenas puedes estar de pie.
- ¿Estás molesto? - La chica volvió a reír. - Soñabas con tu novio, ¿verdad? Te oí.
- Si. - Aceptó y la guió a su dormitorio. - Ahora se buena y duerme, tengo clases temprano y es muy probable que ya no pueda dormir más.
Y así como pensó, no hubo manera de que cerrara los ojos otra vez.
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Su móvil volvió a encenderse junto a su alarma a las seis de la mañana. Chan había pasado la noche repasando unos documentos en su laptop debido a la falta de sueño.
