¿Puede un romance nacido de una farsa transformarse en uno genuino?
🍷🍷🍷
Midas Foster, un joven actor en ascenso, se encuentra atrapado en una crisis de imagen.
Con su carrera pendiendo de un hilo debido al lanzamiento de un disco que le dedicó s...
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«Y recuerdo con claridad la mayoría de los momentos que compartimos, incluso el comienzo.
La propuesta inesperada que llegó como un tornado aquella mañana de otoño, destruyendo la idea errónea que tenía de quién era él.
Por fuera era imponente, engreído, con un estilo de vestir exquisito y pequeñas sonrisas guardadas apenas para los que consideraba dignos. Cuando paseaba por los pasillos con el mismo grupo de amigos populares, podía hacer notar el desinterés en el resto de personas que orbitaban fuera de su grupo exclusivo.
A pesar de ello, yo fui su excepción.
Esa noche me ofreció formar parte de su mundo de apariencias, lujo y fama. Y acepté adentrarme en lo desconocido para demostrarme a mí misma que no sentía nada por él.
Estaba equivocada.
Mi cerebro me advirtió que había firmado una sentencia e iba camino a mi desgracia al lado de un chico maquiavélico cómo él, con batallas internas por pelear y traumas por superar, pero lo ignoré.
Porque mientras el mundo nos miraba con desdén, yo me sumergía en las miradas anhelantes que me regalaba a escondidas, en sus besos apasionados y en las noches enteras con copas de vino, donde ambos nos despojábamos de nuestra armadura.
Ellos nunca lo conocerían como yo. Nunca.
No era mío, yo no era suya, sin embargo ambos nos mostramos los colores del alma y aprendí a quererlo en todos sus diferentes tonos.
