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III.

Tercer y último requisito: Ser esposos.

La mañana yacía presente en la habitación de aquel lugar, los rayos de sol mañaneros ingresaban por los ventanales cubiertos por las persianas blancas.. Un Jungkook profundamente se encontraba en la cama. El sonido invasor proveniente de su teléfono lo hizo soltar unos quejidos.

—Qué carajo —se quejó buscando su teléfono a ciegas. Su mano tanteaba la cama mas no encontró nada.

Con suerte el teléfono dejó de sonar.

Abrió sus párpados, y se tocó la cara como una persona que acababa de despertarse solo que el dolor de espalda y cabeza lo carcomida. Dio un suspiro de resignación y lentamente se sentó en la cama, se quedó en silencio contemplando la habitación con la mente en blanco.

No la reconoció, porque no era su pequeña habitación de aquel hotel donde dormida cuando no existía misiones que cumplir. Era mucho más grande y además tenía decoraciones, pésimas para gusto propio.

Jungkook, con su cabeza dolorida y la conciencia entre borracha y nublada, se levantó de la cama buscando el aparato electrónico, recorrió toda la habitación hasta que lo encontró situado sobre un mueble de ropa, fue hasta el y encendió la pantalla un número desconocido lo llamo.

No importa.

A un lado de la cama se fijo de una silla con una pila de ropa. En cuestión de segundos, Jungkook empezó a cambiarse. Desabrochó los botones de la camisa, notando cómo los pequeños pelos de su piel se levantaban con el contacto del aire fresco.

Un escalofrío recorrió su columna vertebral se desabrochó los incómodos pantalones para sustituirlos por unos de algodón, mientras miraba a su alrededor. Las paredes de la habitación estaban pintadas de un gris ceniciento, y la luz del sol se filtraba a través de las cortinas, dejando pequeñas manchas de luz en el suelo.

Continuo retirándose parte del traje negro incómodo notando la sensación de libertad que le provocaba el cambio.

Cuando hubo finalizado el proceso de vestirse, escuchó una leve vibración en la puerta. Una empujada la abrió con suavidad, y Jungkook levantó la mirada con atención.

—Que bueno ya despertaste —le dijo Yoongi quedándose sobre el marco de la puerta.

—¿Qué me pasó? —preguntó primero descortenado, la voz le salió más ronca de lo normal.

No recordaba nada, solo una imagen difusa y un par de ojos brillantes y dulces, de los que no podía despegarse.

Las manos comenzaron a sudar y sentía un nudo en la garganta, una sensación de desasosiego y extrañeza. No podía recordar qué había sucedido, solo sabía que algo había pasado.

—¿Dónde está la niña?

Su mente estaba en un estado de confusión, y su primer impulso pensar por la niña.

—Te desmayaste, el motivo es desconocido para mí y Sora esta abajo con Taehyung —respondió cruzándose se brazos, ¿qué le paso para no recordar?

—¿Sora?

—Sí, así se llama tu nueva hija.

Un sentimiento de aturdimiento invadió sus sentidos. No solo sentía extrañeza y confusión, sino también una sensación de calidez y bienestar al oír el nombre de la cachorra.

Love is war | KTH & JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora