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IV.

Misión: Salida en familia.

Para Jeon Jungkook siempre era fácil manipular a la gente, pero con Sora no podía hacerlo de la misma manera, la realidad era diferente. Por alguna razón, no podía hacerlo con la misma facilidad y encontraba complicado desarrollar su típico juego de manipulación. Sentía como si las propias emociones le desobedeciera o abandonado y no estuviera en control de sus sentimientos.

Culpa a su lobo interior.

Pero, claro no se dejará vencer por unas tontas emociones caprichosas de su lobo. Es fuerte y va a demostrarlo.

El acuerdo de quedarse en dicha cabaña se extendió de un día y medio a tres días más antes de partir a Seúl con una petición: Sora debe saber que los tres serán una familia y tanto Jungkook como Taehyung serán sus padres.

Por esa razón entre los dos se repartieron entre ellos las tareas como: Jungkook organizar el día referente a donde irían a comer, a algún sitio para que Sora pueda distraerse y darle la noticia. Mientras que Taehyung se dedicaba a buscar en línea un departamento en la cuidad de Seúl.

Para empezar su día, en este momento, los tres se encontraban sentados en el auto. Los dos adultos en los asientos delanteros, y Sora atrás observaba asombrada por la ventanilla las maravillas de la naturaleza.

—¿Qué planes tenemos hoy? —preguntó Taehyung mientras miraba a Jungkook por el rabillo del ojo.

Jungkook dejó de mirar por la ventana y se volvió a mirar a Taehyung, quien también volteó a verlo.

—Cosas —se limitó a responder.

—¿Por qué no me dices que vamos hacer después de ir a ese sitio? ¿Acaso vas a atentar contra mi vida?

—Brujo —abrió la boca fingiendo asombró—, adivinaste, hoy vamos a lanzarte por un puente.

Resopló.

—Tanto tinte de cabello alteró tus chistes.

—¿¡Qué tiene que ver eso con lo otro!? —chilló bajo sintiéndose ofendido.

—Te alteró las neuronas del cerebro —río.

—No te golpeó, porque hay una niña presente y ambos debemos dar una buena imagen —murmuró conteniendo su puño.

No a la violencia.

No a la violencia.

No a la violencia.

Sin poder contenerlo le asestó un golpe en el brazo con fuerza que le sacó un grito sonoro.

—¿¡Por qué el golpe!? dijiste que no lo harías —apretó los labios, fingiendo que no le dolió. Sin embargo, el omega realmente era fuerte, muy fuerte.

—No lo pude contener, fue un impulso —vitorero irónico.

La risa inocente de la niña desvió la atención de los dos hombres, que fijaron sus ojos en ella, intrigados. Sora se ruborizó apartando la vista.

Una sonrisa cruel se esbozó en los labios de Jungkook.

—Le gusta la violencia —clavó sus ojos llameantes—. Bueno, hay que hacer sacrificios por el bien común.

—Imbécil —dijo Taehyung enojado.

El teléfono de Jungkook sonó y este apercibió la notificación de Jihyo. Lo desbloqueó de inmediato.

Love is war | KTH & JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora