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ㅡ¿Oportunidad?
Jennie asintió con el entusiasmo de una niña pequeña.
ㅡExplícame que no entiendo —dijo separándose de su mayor y quedando a una corta, pero aceptable distancia.
La castaña sintió una sensación cálida envolverle el corazón al mirar que Lisa ladeó su cabeza en signo de confusión.
"Adorable", pensó con simpleza.
ㅡPues... ㅡpuso sus brazos detrás de ella y se tambaleó hacia adelante y atrás—. Te lo diré luego de que aceptes y observes el preciso momento en el que me disculpe con Bae —finalizó lo dicho con una pequeña sonrisa.
—Pero eso no es justo —se quejó con un tono sutil.
—Te aseguro que será lo mejor para ambas.
"Así podré conquistarte".
ㅡMmm... ¿Dijiste que te disculparás con Hyun, cierto? —dijo la pelinegra tratando de analizar si la propuesta le convenía.
Después de todo, sentía necesario las disculpas para su amiga ya que al igual que todos, merece respeto.
Por otro lado, Jennie entrecerró sus manos en forma de puño ante el tierno apodo con el cual Lisa llamaba a Bae.
Suspiró hondamente, impulsiva.
"No estés celosa. Es solo su amiga", se recalcaba mentalmente cada frase para no enojarse sin tener alguna razón coherente.
—Exacto. ¿Aceptas? —inquirió, para acabar rápidamente con todo lo que involucre a cierta chica de cabello azabache.
Lisa lo pensó unos segundos. Al analizar las posibles ideas de Jennie, no estuvo en contra de algo. Fue su mejor amiga de la infancia y la confianza era mutua. ¿Por qué dudar entonces?
—Está bien, acepto.
Jennie amplió aún más su sonrisa y la abrazó levemente.
—¡Gracias, Lisa! ¡No te vas a arrepentir!
Se expresó de una manera tan rápida y enérgica que Lisa no logró entender bien, siendo así llevada de nueva cuenta por la mayor hacia el comedor.
Al llegar, Jennie soltó el agarre que tenía en la muñeca de la menor y ambas se dirigieron a la mesa donde una alegre Joohyun conversaba con Jimin.
Lisa no entendía nada lo que pasaba ahí con esos dos chicos.
"¿Desde cuándo Hyun habla con el amigo de Jennie?", se preguntaba internamente mientras seguían su camino hacia ellos.
No es que le molestara, si bien Irene era una chica alegre y muy sociable, se le hacía extraño que conversara con aquel lindo rubio. Su amiga nunca tenía algún tipo de relación con el entorno social que vinculaba a Jennie y, esa era otra cosa que al pensarlo ahí mismo también se le hacía extraño.
