IV

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Era un día de lo más normal, izuku se levantaba de la cama mientras recordaba lo sucedido en el examen de admisión al igual que golpearse la cara con su mano vendada por perder su jersey, si bien ya había pasado un par de días desde que despertó en la enfermería de UA y le dieron la noticia de que aprobó, ahora tenía una duda sumamente importante en la cabeza...

¿Cómo demonios usar un don?

Preguntarle a All Might no fue la mejor idea por la explicación que le dio, Mirko tampoco sabría puesto que el don de ella es de mutación, no emisor, quizá le serviría en todo caso para entrenar la fuerza pero no el control.

Su opción más segura ahora se había vuelto su enemigo tras el enfrentamiento que tuvieron y preguntarle a su madre también estaba fuera de cuestionamiento.

Sin más opciones alternativas en su cabeza, el pecoso agarró su ropa limpia, se dio un baño y salió de casa, no sin antes avisarle a su madre.

Tras caminar un largo tramo, finalmente llegó a su destino.

Izuku: Esta es una de las peores, si no es que la peor idea que he tenido pero, ¿qué otra opción tengo?

El pecoso suspiró y tocó el timbre con la esperanza de que no hubiera nadie en casa, por desgracia hubieron un par de gritos desde el interior y entonces...

Bakugo: ¿Qué es lo que...?

Izuku: Hey Katsuki...

El pelicenizo iba a cerrar la puerta pero en una rápida sucesión de movimientos, el peliverde se lo impidió.

Bakugo: ¿Qué carajos haces viniendo a mi casa, Deku?

Izuku: Verás, pasaron un montón de cosas y como sabes el don de mi mamá atrae cosas y el de mi papá era exhalar fuego y recordando lo que me dijiste de tener un don pues....

Bakugo: Al grano o cierro la puerta.

Izuku: ¡Tengo un don!

El pelicenizo lo miró con sospecha.

Bakugo: ¿Estás drogado o quieres molestarme?

El pecoso negó con la cabeza y mostró su brazo vendado.

Bakugo: No, sigo sin agarrar el hilo...

Izuku suspiró de la frustración, apuntó sus dedos al cielo mientras hacía un gesto de tensión y tras un par de segundos, el peliverde disparó una fuerte ráfaga de viento que partió un par de nubes, sorprendiendo así al pelicenizo.

Bakugo: ¡¿QUÉ CARAJOS?!

Izuku: S-sé que es sorprendente pero... T-tiene un contragolpe...

Bakugo: ¡¿Qué mierda le pasó a tu dedo?!

El dedo medio del peliverde estaba morado a causa del efecto rebote del quirk, sin embargo, antes de que el par pudiera hacer o decir algo más, la madre del pelicenizo llegó alterada por los gritos de su hijo.

Mitsuki: ¡¿Por qué gritas tanto...?! ¡Oh pero si es izuku!

?! ¡Oh pero si es izuku!

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