VI

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Ya habían pasado un par de semanas desde que Izuku entró en UA y su vida sin lugar a dudas mejoró exponencialmente, claro, las clases teóricas pasaron sin pena ni gloria pero en el resto si hubo cambios.

Es en uno de estos días donde nos situamos hoy, precisamente un jueves.

Izuku, Iida (por obligación) y Bakugo (a regañadientes) se encontraban comiendo en la cafetería.

Izuku: Ya te dije que hacer un switch de porcentajes va a dejarme la mano peor que el robot de cero puntos.

Bakugo: ¿Ya lo has intentado?

Izuku: ¿No recuerdas como hace dos días tenía mi mano temblorosa como chihuahua?

Bakugo: Oh si, esa mierda fue divertida.

Iida: No es por sonar grosero Midoriya-kun pero, ¿qué hago aquí?

Izuku: Ah cierto, quería invitarte a comer por lo de aprobar el examen de admisión y como vamos a ser compañeros por tres años, es mejor pasarlos en paz que yendo a la yugular, ¿no lo crees Katsuki?

Bakugo: Tsk...

Izuku: Además, ¿quién sabe? Puede que terminen trabajando como equipo.

Ambos jóvenes se miraron entre si y se rieron cínicamente.

Bakugo: ¿Yo con él? Prefiero tirarme del tejado.

Iida: Antes muerto que trabajar con este salvaje.

El peliverde suspiró y dejó sus palillos en el plato.

Izuku: Si están tan seguros, ¿qué tal una apuesta?

Iida: ¿Eso no es contra las normas?

Izuku: No lo sé, ¿tienes miedo de perder?

Iida: Vale, entonces dinos.

Izuku: Es simple, si nos toca algún ejercicio de combate y son emparejados, ustedes me dan 500 yenes cada uno.

Iida: ¿Y si no?

Izuku: Les doy la misma cantidad, es ser justos.

Bakugo: Doble o nada... Si nos toca contra ti y ganamos.

El pecoso sonrió.

Izuku: Pero si pierden, pagan el doble.

Pese a parecer una cantidad mínima, el hecho de apostarse un trabajo en equipo pegaba enormemente en su orgullo, después de todo, era un 2 vs 1 por lo que poco o nada aportaba un compañero para el pecoso en dicha apuesta.

( . . . )

Las clases continuaron después del almuerzo, izuku continuaba discutiendo con Bakugo sobre como implementar correctamente el switch de porcentajes sin el efecto de contragolpe o rebote (como decía el peliverde), ambos incluso se habían guiado del manga de dragon ball super, por desgracia y como era evidente, eso no iba a ser sencillo.

Repentinamente la puerta se abrió y de ella entró All Might haciendo una pose inusual, la clase entera estaba sorprendida y emocionada, más aún cuando este les mencionaba que harían ejercicios de combate en trajes de héroe, el peliverde estaba contento mientras que el peliazul y el pelicenizo sintieron escalofríos.

Una vez vestidos para la ocasión, los alumnos se dirigieron al campo de entrenamiento beta donde ya se encontraba el símbolo de la paz hablando con el peliverde.

Izuku: Y entonces mi madre hizo el traje por su propia cuenta.

All Might: Ya veo muchacho, sin duda alguna eso es admirable.

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