III

181 32 2
                                    

Nuestro pecoso miraba orgulloso al horizonte, sus diez meses de esfuerzo puro lo habían llevado a dominar habilidades que él mismo pensaba que no tenía, sin embargo, sabía que le quedaba un gran camino por recorrer.

Pese a las heridas reabiertas y las cinco horas de sueño encima, se sentía bastante ligero.

Un par de minutos después llegaron ambos héroes profesionales quienes miraban al chico tomar café cerca de la playa.

Izuku: Lo veo y no lo creo... All Might llegando temprano.

All Might: Veo que no pierde la rutina, joven Midoriya.

Izuku: El hábito hace al monje o eso dicen por ahí.

Pese al bostezo, la heroína coneja se aguantaba la risa por la costumbre que tenían maestro y pupilo aunque fuese su pupilo también.

All Might: Como sabe, estos diez meses han sido un cambio constante en su vida, al principio se veía como alguien sin esperanzas.

Mirko: Por no decir debilucho...

All Might: Pero hoy mismo me ha vuelto a recordar lo importante que es el trabajo duro por sobre todas las cosas.

El peliverde sonrió y miró a ambos héroes.

Izuku: No habría podido sin ustedes guiándome, je... Realmente se siente como si hiciese trampa.

All Might: Tonterías...  Algo que recibes porque has tenido suerte y algo que te dan como reconocimiento por tus logros son cosas totalmente distintas, siempre tenlo en cuenta.

Izuku: Gracias All Might.

All Might: Ahora con todo eso dicho... (arranca un pelo de la cabeza) Cómetelo.

Izuku: ¿Eh?

All Might: Cómete...

Izuku: Que si, que lo he escuchado... Ugh, ¿no había otra forma?

All Might: Bueno...

El pecoso tomó el pelo y junto a un sorbo de café se lo tragó.

Mirko: Asqueroso...

Izuku: Ni lo menciones... Un momento... ¡¿Ella sabe?!

Mirko: Fue parte del trato mocoso, ¿acaso creíste que podrías librarte de mí tan fácil?

El pecoso fulminaba con la mirada a la heroína coneja quien sólo sonreía de una manera burlona.

All Might: Ahora ve chico, tienes un examen que presentar.

Izuku: ¿Y cómo sabré activar el don?

( . . . )

El peliverde se encontraba frente a la academia de héroes más importante de Japón, el primer paso para que se convierta en un...

Bakugo: Muévete Deku...

Izuku: Claro princesita.

Izuku se hizo a un lado y el pelicenizo siguió su rumbo sin ver que el pecoso le alzaba el dedo medio.

Cuando retomó su caminar vio como una chica de cabello verde se iba a caer por lo que sin pensarlo corrió tomando algo de impulso y atrapó a la chica.

Izuku: Perdona por asustarte pero sería de mala suerte que te cayeras antes de empezar, ¿no?

El peliverde le sonrió tranquilamente a la chica quien estaba sin palabras, viéndola detenidamente, sus rasgos parecían ser confundidos con los de una chica de china, sin embargo, ese cabello anaranjado parecía inconfundible.

Poder AbsolutoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora