Remus gruñó mientras golpeaba la puerta con agresividad, Cedrella los había encerrado allí toda la tarde y estaban desesperados, desesperados con salir y volver con su omega.
-Cedrella abre la puta puerta- gruñó James perdido en la ira.
-Menos humos mocosos- regaño la mujer mientras entraba en la sala- acabaréis tirando la puerta abajo. Ya podéis iros a casa.
-Sabes que no queremos eso- Sirius encaró a la mujer- ¿por qué nos has alejado de él?
-Porque me equivoqué de habitación- comenzó- porque hace menos de una semana os enzarzasteis en una pelea en frente de mi local, porque el botón de alarma estaba desgarrado y porque estabais medio salvajes, estáis medio salvajes.
-Estamos así porque nos has alejado de nuestro omega- se quejó Remus- danos la llave de la habitación- pidió- volvemos con Severus.
-Como queráis- dijo la mujer mientras se las entregaba- pero me temo que allí no encontraréis a nadie, Severus dejo el lugar hace una hora.
-¿Cómo has podido dejarlo?- Sirius sentía como la razón era inundada por la ira- su celo no ha desaparecido por completo...
-Esta lo suficientemente disminuido como para que no le ocurra nada- la mujer se giró con intención de irse- si queréis un omega como él os lo puedo conseguir, tengo un montón que quieren pasar sus celos con vosotros a pesar de que los dejáis plantados cuando os saciais pero, a él, dejadlo.
-Ninguno es tan sabroso- James estaba resistiendo los impulsos de abalanzarse sobre la mujer.
-Os puedo conseguir uno similar, joder, incluso si queréis os consigo lo necesario para una poción multijugos pero, por Merlín- suplicó- dejadlo en paz.
-Bórralo de tu lista y a nosotros también - aviso Sirius antes de dejar a la mujer sin prestar atención a sus palabras- a partir de ahora ninguno necesitará tus servicios.
Severus corrió a través de los pasillos como si su vida corriera peligro, necesitaba llegar rápido a la sala común y ocultarse en su nido durante lo que quedaba de curso.
-Deja de correr- grito James a sus espaldas- Severus, ven aquí.
-Dejadne en paz- lloriqueo el omega- el celo ya ha pasado, olvidarse de mí.
El omega esquivo con dificultad los brazos de Remus y se interno por el pasillo norte hasta la biblioteca, sin apenas poder respirar se dejó caer en la silla más cercana a la puerta.
Severus no podía entenderlo, creía que, cuando la razón les inundara tras el celo, buscarían olvidar lo ocurrido, tal y como estaba intentando hacer él, en cambio, su acoso había ascendido y, en vez de maleficios, ahora tenía que escapar de besos y manoseos.
Los merodeares se sentaron a su lado, a comparación de él, ellos se encontraban perfectamente tras la carrera.
-La biblioteca es cascarón de huevo- dijo entre bocanadas de aire- aquí no me podéis pillar.
-En verdad una de mis fantasías es hacerlo aquí- bromeó James.
-Porque no mejor desapareceis como aquel día-atacó- enserio, dejadme en paz.
-Ya te hemos dicho que lo de aquella vez fue Cedrella- Sirius gimió lastimeramente- si por nosotro fuera estariamos todavía allí...
-No me amenaces- gruñó Severus.
Un chistido inundó el lugar. El omega miro a la vieja bibliotecaria que les lanzaba dardos con la mirada, puso su mejor sonrisa y, con ojos tímidos, le suplico ayuda. La mujer asintió levemente y con paso tranquilo se dirigió hacia ellos.
-No jodas Severus- se quejó el de cicatrices-¿en serio?
El joven simplemente sonrió pícaramente, en menos de un minuto el omega se encontraba completamente solo.
Con cuidado saco la carta que llevaba en su túnica, aprovecharía aquellos momentos para contestar a Arthur y agendar su quedada, la sonrisa en su cara se amplió, estaba haciendo un amigo omega.
-¿A quién le escribes con esa sonrisa?- le pregunto Bellatrix mientras se sentaba a su lado, en su mano llevaba un libro de literatura romántica.
-Una nuevo amigo-confesó.
-Yo esperaba que fuera ese omega con el que pasaste tu celo y del que te niegas a hablar.
-Una caballero no desvela sus aventuras- bromeo- es un omega que conocí en Le Tutú, Arthur el hijo de Cedrella.
-Lo conozco, es simpático.
-Y va a ser amigo mio- afirmó alegre.
Bellatrix le miró con cariño, entendía lo que le costaba a Severus hacer amigos y que pudiera tener uno fuera del grupo habitual era motivo de alegría.
-Tendrás que presentármelo entonces.
-Ni de broma- negó- si te lo presento a ti querrá conocerlo también Barty y no quiero perder a un nuevo amigo porque no controle su calentura.
-No exageres, Barty es un amor, seguro que le caerá genial.
-Eso espero.
-Por otro lado, ¿volverás a Le Tutú?- se interesó.
-Salimos de allí hace nada- a su mente volvieron los recuerdos de aquellos días- aunque no niego que la idea es tentadora.
La alfa río fuertemente ganándose una reprimenda de la bibliotecaria.
-Te dije que te gustaría.
-No puedo negarlo, ¿tú qué tal? ¿cómo era el omega?
-Creo que Cedrella no pudo abarcar demasiado bien el cúmulo de gente- confesó- por primera vez me unió a un omega hombre y no, no son mi tipo-explico al ver la mirada que le lanzaba- al principio peleamos por el dominio y cuando me di cuenta estábamos follando como verdaderos animales. Joder Severus ojalá me vuelvan a emparejar con él.
-Preguntale a Cedrella, seguramente no tendrá ningún problema en uniros.
-El problema es él. Los omegas masculinos son muy territoriales y posesivos, tienden a querer tener el control, sobre todo si su pareja es mujer, no se si le habrá hecho mucha gracia nuestro inicio.
-Seguro que le has dejado prendado y es él el que te busca.
-Eso espero Sev, eso espero.
-Vamos al comedor-cambio de tema tras observar como el la oscuridad iba inundando el exterior-es la hora de comer y querrás estar en forma cuando vuelvas a por tu omega- se burló.
Bellatrix rio pero no negó nada, en verdad había caído encandilada por aquel joven.

ESTÁS LEYENDO
No Soy Un Omega
Fanfic¿Qué haces cuando tus mayores enemigos descubren tu secreto? Severus estaba a punto de descubrirlo.