42.
“¡Escuché que es un gran aterrizaje desde un caballo! "¡Dijiste que hablabas en serio!"
Lord Baumkuchen se rió y lo esquivó.
"¡No sabía que me engañarían!"
La espada de madera empuñada por Alex ni siquiera pasó junto a Sir Baumkuchen.
“Si saltas de un caballo así mientras llevas una armadura, ¿no te caerías del cuello primero? Si quieres convertirte en un caballero, ¡primero aprende a pensar! "Fue una lección, ¿verdad?"
“¡Cuál es la lección! "¡Eres un fraude!"
“¡Ughakhak!”
Es repugnante. Lord Baumkuchen se movió para evitar a Alex y luego lo agarró por la cintura.
Las piernas de Alex estaban en el aire.
"¡Bájame!"
"No. “Si me dejas, me vas a pegar, ¿verdad?”
La boca de Lord Baumkuchen pareció atrapar su oído. Alex me parece muy lindo.
Pensé que combinaba bien. Los dos parecían más hermanos que padre e hijo. Somos hermanos con diferencia de edad. La edad mental de Alex puede haber sido mayor.
Fue por casualidad que en ese momento apareció a la vista un cabello rubio brillante. Una asistente rubia me miraba desde lejos.
Cuando noté que un asistente me miraba desde lejos, me puse nervioso.
Entrecerré los ojos y miré el rostro del asistente. ¿Podría ser el sirviente de la reina?
El asistente me estaba mirando. Un rostro lleno de resentimiento.
De algún modo le resultaba familiar.
"¿Eduardo?"
La asistente rubia dejó de caminar. Mire hacia atras.
Una cara de muñeca que se puede ver de un vistazo. Eduardo tenía razón. Cerró la boca, me fulminó con la mirada, luego le dio la espalda y se alejó.
¿eh?
Después de amamantar, el humor con Edward era bueno. Durante la clase de hoy, Edward incluso se rió un poco de mí.
¿Qué otra cosa?
"¡Eduardo!"
Eduardo se detuvo. Intentó mirar hacia atrás pero pareció detenerse. Dijo en voz baja.
"Dijeron que no había relación alguna".
"¿qué?"
"mentiroso."
No era un tono lindo como dijo el estafador Alex. Edward escupió la palabra 'mentiroso' como si se estuviera refiriendo a un crimen y me dejó atrás.
“¿Su Majestad Joffrey?”
Lord Baumkuchen cantó desde el salón de baile.
Sentí como si me hubieran abofeteado.
Lord Baumkuchen tenía a Alex bajo un brazo. Alex, con el pelo desordenado, estaba mirando a Lord Baumkuchen.
Parecía amigable. Lo único que podía hacer era pensar que Alex no estaba contento a mi lado.
