23.
"¿Eduardo?"
"eh."
Eduardo inclinó la cabeza.
"bueno."
¿Realmente entendiste?
Cuando volví a mirar a Alex, vi que llevaba una estatua de Omán. Incluso si usas algo como "Suena a simpatía" escrito en tu cara, sería más difícil de reconocer que eso.
Porque la simpatía no compensa.
Pero mi simpatía es el dinero.
Después de la comida, le di un toque a Edward. No sé por dónde anda Edward, pero primero tendré que ponerlo en su habitación.
"Acompáñame al dormitorio".
“Sí, príncipe”.
Dot permaneció cerca de Edward como si nunca fuera a soltarlo.
Me pregunté qué pasaría si Edward se negara, pero parecía estar distraído en algún lugar durante la comida. Tomé a Dot y salí aturdido.
Después de lidiar con Edward, atrapé a Alex.
"Duermes conmigo hoy".
"¿Le ruego me disculpe?"
“Sé que es un honor. “¿Crees que alguien puede experimentar dormir en la misma cama que un príncipe?”
Alex entró con una expresión en su rostro que decía que no había necesidad de tal honor.
La cama de 'Joffrey' era lo suficientemente amplia como para que se tumbaran dos adultos. Empujé a Alex sobre la cama y le di dos vueltas.
Alex se dio la vuelta y aterrizó en el borde de la cama.
“No des vueltas y vueltas. "Porque tengo el sueño ligero".
Bostecé y me tumbé en la cama.
"por un momento… … .”
“Shh… … .”
Puse mi brazo sobre el estómago de Alex. Alex rápidamente se quedó en silencio.
¿Puedo enviarlo de regreso a ese orfanato?
Necesito encontrarme con Lord Baumkuchen... … .
No podía pensar profundamente en varias cosas. Podía sentir los latidos del corazón de Alex a través de mi brazo. El cuerpo del niño era pequeño y cálido.
Todo mi cuerpo se adormeció.
Alex se fue al amanecer. En sus brazos había un paquete de dulces.
Le di algo de dinero y un pase. Dot decidió llevarlo hasta la puerta.
Vi a las dos personas salir al jardín.
“Si pasa algo, ve a la estación de seguridad. Pasa por aquí pase lo que pase. “Déjame saber que llegaste sano y salvo”.
“¿Qué pasa si no lo hago?”
—preguntó Álex.
"¿Quiero saber?"
"No."
Alex recogió la bolsa de bocadillos. Era casi imposible ver su rostro debido a la montaña de bultos. Me sentí como una hormiga cargando una carga del tamaño de mi propio cuerpo.
