Resumen: Hay un lado más oscuro en las dificultades para dormir de Tom.
Autor original: maimed-poet
Sitio web: Tumblr
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Tom tiene el sueño ligero.
A veces, cuando te giras, te revuelves y te enredas en las sábanas de satén por la noche, miras hacia arriba y encuentras sus ojos mirándote, parpadeando como un búho en la penumbra de la habitación. Y sonríes y le pones las manos alrededor del cuello y le das dulces besos en las mejillas hasta que se vuelve a dormir.
Pero siempre hay un tic de desesperación en tu garganta porque sabes que la razón del repentino parpadeo de sus ojos y la alarma en la tensión de sus puños no se debe simplemente a su naturaleza dormida.
Es por el orfanato.
Rara vez habla de su infancia, de su vida antes de Hogwarts. A veces murmura exhausto pero casi con nostalgia sobre las puertas chirriantes y los ratones codiciosos, las enseñanzas cerradas y los vitrales que se deslizaban arriba y abajo por la nariz torcida de la señora Cole.
Sólo había mencionado a los niños una vez, recuerdas su ceño fruncido y su fuerte apretón sobre el trago de vodka. Había sido la primera vez que bebía bebidas muggles y había sido mucho más fuerte de lo que había pensado.
"Eran muy... Pensaban que yo era raro. Quizás poco ortodoxo. Cualquier comportamiento que no encajara en sus estrictos marcos de normalidad no era aceptable. Y se habían asegurado de transmitir esos pensamientos a los niños". Tom había suspirado, bebiendo el trago y preparándose para servirse otro, pero ya le habías quitado la botella. Lo miraste, silencioso y observador. "Me mantuvieron alerta".
Suspiró de nuevo y se recostó en la silla. Tenía el pelo pegado a la frente sudorosa, las mejillas pálidas teñidas de rojo y los botones de la camisa desabrochados.
Y luego se acostó, casi inconsciente, y poco a poco se fue quedando dormido.
Moviste tu muñeca, observando con una pequeña sonrisa mientras él flotaba en el aire hacia la cama. Seguramente haría un berrinche al enterarse de sus técnicas de transporte.
Te habías subido a su lado, colocando tu brazo sobre su vientre y estremeciéndote ante el toque somnoliento de sus dedos en tu espalda.
Quizás las cicatrices de Tom nunca sanarán, su pasado siempre pasea a lo largo de él como una molesta sombra, los exigentes tirones de su pasada abrasión lo desgarran en un estado de histeria una y otra vez. Tal vez siempre sería más atento de lo necesario, cauteloso, callado y atento tal como siempre supiste que era.
Pero simplemente abrazarlo mientras se sumergía en su propio espacio en el enorme vacío del sueño, sentir el latido de su corazón y el zumbido de su vida contra tu mejilla, fue suficiente.
Lo abrazaste con más fuerza.
Lo amaste por él y por la forma en que amaba. Lo amabas por sus defectos y lo amabas por sus perfecciones.
Te habías quedado dormida con su respiración uniforme esa noche.
