Parte 1 - El presentador del circo

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Nikolai adora completamente a Fyodor, él lo sabe, de hecho, le molesta que sea así. Si bien le gusta recibir halagos, Nikolai se excede con eso, y sus compañeros de clase están tan cansados como Fyodor de escucharlo decir "Dos-kun" y algún halago por cada mínimo respiro que Fyodor de.

Sin embargo, a Nikolai no le avergüenza en lo absoluto, es más, quiere que todo ser humano sepa lo mucho que Fyodor significa para él, pero... No puede expresarse como quisiera hacerlo...

Nunca fue de importarle mucho la opinión de los demás, pero teme que Fyodor lo rechace totalmente si se entera de su "secreto" no tan secreto porque él ya lo sabe, pues es muy obvio, Nikolai Gogol es gay y se siente perdidamente atraído hacia su compañero universitario Fyodor Dostoyevski.

Al principio era la curiosidad de conocerlo, pues se mostraba frío al hablar y su aspecto no inspiraba confianza; luego se convirtió en admiración, a ese punto ya había encontrado el lado llamativo del pelinegro: sus altas calificaciones; pero, al conocerse más, descubrió que esa persona a quien actualmente llama amigo no era sólo un par de números altos, ahí fue cuando se convirtió en un Dios para el albino.

. . .

¡Dos-kun! — gritaba en la puerta, Gogol, quien ya estaba completamente mojado por la tormenta que había — ¡¡Dos-kun, está lloviendo fuerte, abre por favor!!

Un chico de cabello castaño abrió la puerta, dejándole pasar.

Oh, Dazai — no le alegró mucho verlo, no le caía bien — ¿Está Fyodor en casa?

Está durmiendo ahora, hace poco terminó uno de sus tantos trabajos y quiere descansar un par de horas.

¿Qué haces tú aquí? — preguntó, mientras escurría su cabello mojado.

Me quedé a dormir ayer — rió, ofreciéndole una toalla para su cabello.

— tomó la toalla y desató su trenza para poder secarse bien — oh.. Ya veo...

Te buscaré ropa, si te quedas con eso vas a resfriarte — dicho eso, fue a la habitación de Fyodor a sacar un par de prendas de su armario.

. . .

Gracias por prestarme tu ropa, Dos-kun.

Yo nunca hice eso, Dazai fue quien te la dió y no me preguntó primero... — respondió en un tono cansado, Fyodor.

Hablando de mí, tengo clase en diez minutos, ya debo irme — comentó Dazai, tomando su mochila — puedo alcanzarlos en mi auto si quieren.

No gracias, Dazai, necesito dormir un poco más — habló Fyodor, pues eran las 9 a.m y él había podido dormir solo tres horas por quedarse a terminar un trabajo.

No tengo clases hoy — habló cortante el ucraniano.

Bien, entonces me voy, adiós~ — se despidió agitando su mano y salió de la casa.

Una vez que Dazai se había ido, se formó un silencio incómodo entre el albino y el pelinegro.

¿Por qué estás aquí? — preguntó Fyodor para romper el hielo.

¿Por qué él pasó la noche aquí? — dijo, en un tono algo molesto, Nikolai.

Ante la pregunta de Nikolai, Fyodor rió antes de hablar

Estudia medicina y le pidieron investigar una enfermedad, vino a entrevistarme porque eligió la anemia.

Nikolai no pudo evitar reír también, en realidad le molestó que Dazai hiciera tal cosa, pero la risa de Fyodor fue tan linda que lo hizo olvidar que estaban hablando de ese tipo.

¿Tú por qué viniste? — volvió a preguntar.

En arte nos pidieron retratar a alguien importante para nosotros, quería saber si me dejarías usarte a ti... — nervioso por la respuesta, jugaba con sus dedos.

¿Por qué esa obsesión por mí? Ve a retratar a Sigma, él es tu mejor amigo, ¿no es así?

¡Tú eres más que Sigma! Eres perfecto en todo sentido, eres atractivo, inteligente, puedes analizar a alguien o algo en segundos, tu compañía es lo mejor, estar contigo me alegra el día... ¿Sabes? El circo dentro de mi corazón puede dar un gran espectáculo gracias a su excelente presentador, Fyodor Dostoyevski — tapó su boca con ambas manos al darse cuenta de lo que había dicho.

Wow... — Fyodor, sorprendido, no pudo desviar la mirada del albino, quien estaba rojo como un tomate por haberle dicho esas cosas.

Lo siento, yo.. ¡Me expresé mal! No fue lo que quise decir...

Admiro tu capacidad para dar halagos, nunca había escuchado algo así, me sorprendes — dió una pequeña risa y tomó un sorbo de su café — puedes retratarme, pero yo pondré las condiciones.

¡Claro! No hay problema — se le iluminó la mirada al escuchar que había aceptado su propuesta — ¿Cuáles serán las condiciones?

No puedes hacer nada obsceno; nada de pintarme como si fuera la pintura de una iglesia, no soy Dios; yo te diré qué días puedes venir para continuar con el trabajo, no te quiero ver en mi casa otros días; siento que olvido algo más, pero no lo recuerdo...

¡¿Por qué razón haría una pintura obscena de ti?! — exclamó alterado Nikolai, ignorando el resto de lo que dijo.

Vamos, ya todos se dieron cuenta — volvió a tomar de su café — eres gay... Y yo te gusto, ya no debes esconderlo.

¡Yo no-! — bajó la cabeza, apenado — lamento si eso te incomoda... No puedo ser alguien "normal" si tú estás...

¿"Normal"? Oye, no por ser creyente te diré anormal por ser gay. Tienes razón cuando dices que es algo incómodo saberlo, pero no pasará nada entre nosotros, no te preocupes

"No pasará nada entre nosotros" esa frase se repetía una y otra vez en su cabeza, ¿se refería a que no iba a odiarlo ni iban a distanciarse por eso? ¿O estaba diciendo que no tenía oportunidad alguna con él? No lo sabía...

Fyodor... ¿Qué pasaría si yo fuera una mujer?

Nada de otro mundo, tu género no puede definir tus acciones, no por ser mujer no te hubieras enamorado, y no por ser hombre tendrías que verme solo como un amigo

Los ojos de Nikolai se iluminaron por esa respuesta, ¿era acaso una declaración? No, no quería hacerse ilusiones, pero el simple hecho de que lo haya aceptado era mucho para él...


Holaa, espero les guste esta nueva historia fyolai, no sé qué tan seguido pueda actualizar, pero intentaré que sea al menos una vez por semana. Nos vemos!!

ˎ✯ˋˎ ˓ Sé que lo sientes ˒ ˊ✯ˏˊDonde viven las historias. Descúbrelo ahora