Purple Thread (Minlix)

01: Handsome.

_La dulzura, que emana tú 
Sonrisa, será la causante de mi 
Diabetes Prematura...✨️

_Como mesero se supone que solo debo llevarle pedidos a la gente, bromear con la clientela para ganar propinas y desearles que disfruten la comida.

Se suponía que solo debía hacer eso,
¡No estar todo el día limpiando lo que los clientes manchaban!.

Yo era considerado como uno de los mejores trabajadores de este lugar, algunas veces ne ponían como líder de los demás meseros, para aso organizarlos y que las personas queden satisfechas con nuestro trabajo.
Ni una sola vez en estos dos años que llevo trabajando, me habían mandado a limpiar todo el restaurante en lugar de atender a las personas.

Apartir de ahora, soy fiel admirador del personal de limpieza.

_Eran alrededor de las ocho de la noche y el restaurante cierra a las nueve, las personas se iban lentamente y todos nosotros nos preparábamos para cerrar.
Tome un paño húmedo y me dirigí a las meses que apenas habían sido desocupadas para posteriormente limpiarlas con el paño.

_Mi trabajo me gustaba, amaba hablar con las personas, mientras escuchaba algun relato de estas, sin embargo, ninguna vez en el día, había tenido contacto con algún cliente, a veces siento que mi jefe me odia.

_"Lee, tú cierras, nosotros nos vamos, ya no hay más clientes."_ Bangchan me lanzó una llaves cuando pasó al lado mío.
No me dejó responderle cuando ya había pasado la puerta y detrás de él, iban el resto de mis compañeros, deseandome buena suerte limpiando baños.

_¡Hoy sin duda no es mi dia!_

Termine de limpiar todas las mesas y me dirigí a la cocina, deposite el paño en el lavamanos, abriendo el grifo para mojarme el rostro.
Suspire unos segundos para preparame mentalmente para lo que venía.

_¡Los baños!._

Salí de la cocina para ir en dirección a lo que se convirtió en mi peor pesadilla, pero algo me interrumpió.

Había un chico sentado en una mesa.

_¡Genial!, por fin podría hablar con un cliente.

No lo pensé más y saqué una pequeña libreta y un bolígrafo de uno de mis bolsillos.

_"Buenas noches, cerramos en media hora, pero no se preocupe, le tomere su orden."_ sonreí aunque el chico no me vió, su vista estaba clavada en sus manos entrelazadas sobre su regazo.
Como si se tratase de una película, levantó muy lentamente su cabeza haciendo que pueda apreciar su rostro lleno de pecas.

_Vaya, el chico era lindo._

_"Solo pediré un café, dijo sin expresión alguna."_

_"De acuerdo, sin azúcar me imagino, tú rostro ya es lo suficientemente dulce."_ _Respondí con otra sonrisa.

_El Rubio sonrió levemente al tiempo que sus adorables mejillas se tenían de un rosado pálido hacendo mas notables sus pecas._

_"Oh no por favor, ponle azúcar, odio el café sin el azúcar."_

_"Por supuesto, vuelvo en unos minutos."_ -Dije para luego adentrarme nuevamente a la cocina, no había apuntado lo que quería, era fácil de memorizar, un café con azúcar, simple.

Algunas personas tenían esa pequeña costumbre, venían casi cuando el restaurante iba a cerrar y solamente pedían algo ligero para acabar en menos de quince minutos.

Regrese con el chico, con el café en manos para luego, depositarlo en frente de él.

_"Aquí tienes, un café con azúcar."_

_"¡Gracias!"_ sonrió más ampliamente.

_Adorable._

Nuevamente me iba a retirar, cuando él chico carraspo de una manera no muy natural que digamos, aquello llamo mi atención y me voltee a verlo.

_"¿Sucede algo?"—

—"Yo... ¿Hace cuanto trabajas aquí?"._

_Bueno, me esperaba cualquier cosa menos esa pregunta.

_"Oh, hace dos años." _Respindi acercándome nuevamente a la mesa.

_"¿Estudias?"_

_Asentí, es por eso que trabajo, necesito pagar mi universidad._

_"Yo también, voy a la universidad, este año ingresé." _Bebió un poco de su café.

_No me esperaba para nada que aquel chico el cual no sabía su nombre me dijera que me sentará con el a hablar, tal vez no le gustaba estar solo y por eso me pidió que me quede con él.

El chico era interesante, quería graduarse como profesor y al parecer estaba dando todo de sí mismo, me dijo también que antes frecuentaba mucho este mismo restaurante, debió ser antes de que yo trabajara aquí por que sin duda recordaría su rostro.

_Ojos medianos, con unos iris café, megillas llenas de hermosas pecas, una nariz pequeña, cabello rubio lacio y brillante, una tez blanca, labios rosados, pequeños y algo gruesos, sonrisa hermosa, digno de ser un ángel.

Sin duda lo recordaría, no todos los días vez a un chico tan hermoso como él.

_Tomó el último sorbo de café y lo pagó con algo de dinero extra que según él, era mi propina.
Una sonrisa se plasmó en rostro cuando lo vi irse mientras agitaba su mano y, sin poder evitarlo, yo me despedí de la misma forma, agitando mi mano de un lado para otro.

Aprecié como su silueta desaparecía en la obscuridad de la ciudad y una vez deje de verlo, caí en cuenta que aún me faltaba limpiar los baños.

_Bueno, fue lindo mientras duró._