Día 28 - Neon Gore

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Y ahí iba el de cabellera bermeja

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Y ahí iba el de cabellera bermeja. Estaba harto de la vida repleta de constante temor que optaba por aguantar; además que sus compañeros también se atemorizaban, y él, cómo el gran samurai, debería proteger a los demás porque él era el exclusivo refugio coherente de todos... O eso creía.

Así se dirigió con una arma entrelazada entre sus palmas, una cólera inédita desprendía de él mientras su desprolijo paso se apresuraba con sus enmarañados mechones debido al reciente despertar.

Se murmuraba minúsculos nada que permanecerán pegados a él por la eternidad. Esclavo de su valentía que le oprimió ese botón que detonaba su valor para la guerra; su filo decente se relució mientras rebuscaba entre el cobertizo de herramientas para su protesta en contra del perpetrador. La protección sería innata.

Su acto heroico era durante el periodo de descanso de la mayoría, dónde el punto de reposo era conservado y Harold era el único con sus párpados abiertos para implementar defensa al agresor de fuerza descomunal y carente de humanidad respecto a la piedad.

Se experimentaba firme en esas fracciones que ostentaba solidez hacia el atacante que asesinaba uno por uno a los campistas extraviados debido al abandono que padecieron a causa del anfitrión que parecía repudiarlos con su espíritu para cometer ese pecado al contemple de la luna.

Aquel astro se sometía a todos los movimientos terribles que ejecutaban las personas a raíz del telón que los ocultaba debido al escenario que se preparaba para el maestro de ceremonias en su deleite personal.

Y ahí; Harold sería el principal que se involucrará al papel de la víctima afligida por la matanza.

Se entrometió más en ese ambiente de silencio sepulcral y con una apariencia fantasmal que lo acechaba desde las sombras. Unos insultos inaudibles se presentaban para sí mismo con una dramaturgia siendo elaborada por sus oraciones.

"Duncan... ¿quién se cree para liderar? Le hicimos caso antes y Noah ahora está muerto." Bufó con molestia debido a la testaruda actitud del de cresta verde. Ya era reconocido por sus antecedentes problemáticos así que... ¿por qué le prometieron a su suerte con el moreno? "Al sabelotodo; el que más nos servía... Además de yo, el gran sensei Harold." Se alardeó con orgullo mientras construye que la brisa encargada del anochecer sucumbiera a su manto de neblina.

Más halagos de su amargas experiencias bloqueaban sus alrededores y su habilidad para percibir los peligros que se adentran: él debía elevar su autoestima él solo porque si no, ¿Quién más lo haría? El prójimo reclamaba cómo oficio el lanzar comentarios agresivos con su lengua, sin la mínima necesidad de animar al más melancólico cachorro que se sumerge en la miseria.

Grácil en su manifestar verbal; símil a la presa sin alerta deambula por ese área reducida mientras sus iris se contraen por la cantidad de objetos inertes que se aplazan por su juicio nublado.

Mientras discute con si mismo; alguien se avecina por su torso, con él aún tarareando esos versos enfadados en su propia fantasía dónde soñaba que él y Leshawna coexisten con regocijo.

goretober 2023 | drama totalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora