- En donde 𝐉𝐚𝐦𝐞𝐬 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫
se acerca a una ruidosa Hufflepuff
llamada 𝐊𝐚𝐭𝐡𝐞𝐫𝐢𝐧𝐞 𝐖𝐡𝐢𝐭𝐞, con un
sencillo plan para separar a Lily Evans
y a su novio.
o,
En el que 𝐉𝐚𝐦𝐞𝐬 𝐏𝐨𝐭𝐭𝐞𝐫
y 𝐊𝐚𝐭𝐡𝐞𝐫𝐢𝐧𝐞 𝐖𝐡𝐢𝐭𝐞 están...
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LIMERENCE ↳ chapter 4
KATHERINE WHITE ENTRÓ EN LAS COCINAS LENTAMENTE Y CON LÁGRIMAS SOLDANDO EN SUS OJOS, NUBLANDO SU VISIÓN. El chico al que había amado durante la mayor parte de su vida estaba enamorado de una bonita pelirroja.
Caminó por el pasillo, las pinturas de diferentes alimentos que llenaban las paredes. Le hizo cosquillas a la pera y la puerta se abrió. Nada más entrar, los elfos domésticos empezaron a preguntarle qué quería comer. Ella sonrió levemente y les dio su pedido habitual: chocolate con menta y macarrones con queso. Al fin y al cabo, era su comida favorita.
Suspiró y se fijó en una figura sentada en uno de los taburetes del bar. Al acercarse, Katherine se dió cuenta de que no era otro que James Potter.
—Hola Potter. —Dijo Katherine. Su voz era dulce y captó al instante la atención de James. Kathy llevaba puesta la túnica del colegio, no había tenido tiempo de cambiarse antes de salir corriendo. Su maquillaje estaba ligeramente corrido. Llevaba el pelo rubio recogido en una coleta alta de la que sobresalían algunos mechones. James pensó que estaba muy guapa.
—White. Me alegro de verte... —volvió a fijarse en el maquillaje corrido. Parecía como si hubiera estado llorando.—¿Estás bien?
Katherine se rió un poco. —De maravilla —Una elfa se acercó con un plato lleno de chocolate con menta y un cuenco de macarrones con queso. —¡Gracias, Derrie! —La elfa sonrió y dejó a Kathy. Volvió a centrar su atención en James. —¿Solo... drama? Tal vez.
James sonrió.—Haces feliz a Remus. Me he dado cuenta.
Ella rió y se acomodó un mechón de pelo suelto detrás de la oreja. —Es bastante agradable. ¿Qué hay de tu querida Lily?
James gimió. —Ella es realmente increíble, pero ha estado hablando con O'Connor. Es uno de tus amigos, ¿verdad?
Katherine palideció y asintió lentamente. James notó el cambio de actitud. —Hey, sé que no nos conocemos de nada, pero ¿estás bien?
—No. —Las palabras salieron antes de que ella pudiera detenerlas. Sus ojos abandonaron rápidamente los de James.
James sonrió. Katherine apenas lo conocía y confiaba en él al menos lo suficiente como para decirle que no estaba bien. Se giró para mirarla de frente, extendiendo las manos como una niña.—¡Charla de chicas!
Ella se echó a reír y James sintió que el corazón le daba un tirón. No era de extrañar que Sirius nunca dejara de hablar de Kathy después de que Remus y ella se hicieran amigos.
