One

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—Oye, Anton, acompáñame al baño.

Era la segunda vez que Sohee interrumpía su momento más importante del día: comer su lonchera.

—Que no, puedes irte tú solo.

—Pero no me gusta ir solo, anda, vamos —Sacudió su brazo.

¿Lo acompañaba? Nah, la comida es más importante.

—Porfi, se me están poniendo rojas las orejas.

Anton volvió a negar y su amigo no tuvo más opción que irse corriendo. Pero al rato, volvió más energético que antes.

—¿Ahora qué, hyung? —Preguntó sin poder darle el mordisco a su hamburguesa.

—¿Vamos a comprar galletas?

Suspiró, él tenía paciencia, pero la estaba perdiendo.

—No, gracias.

Sohee hizo un puchero e igual se fue a comprar.

Sin embargo, de nuevo sintió que le tocaron el brazo.

—Hola, Anton.

El chico volteó y le tiró el side-eye más potente que tiene, tan solo para arrepentirse al momento porque, oh no, no era Sohee.

—¿W-wonbin? —Murmuró.

El mayor sintió que no le agradaba su presencia, por lo que dejó de lado lo que iba a decirle y se despidió con vergüenza.

—Disculpa, no te quise incomodar —Dijo dando una reverencia y se fue.

Anton no pudo detenerlo porque cuando se dio cuenta, ya no había más rastro del chico por quien babea todos los días de su corta existencia.

Sin querer ahogarse más en su pena, mordió su pan y masticó con molestia.

Si tan solo Sohee no lo hubiera estado molestando...

O mejor dicho, si no tuviera esa mala costumbre de mirar de lado a los demás.

O mejor dicho, si no tuviera esa mala costumbre de mirar de lado a los demás

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Amando Riize y el Wonton 🫂

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𝐒𝐢𝐝𝐞 𝐄𝐲𝐞 ⌇· 𝐖𝐨𝐧𝐭𝐨𝐧 ₊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora