𝐒𝐢𝐝𝐞 𝐄𝐲𝐞 ⌇· 𝐖𝐨𝐧𝐭𝐨𝐧 ₊

Four

Estaban en la cola para que los atiendan y no tuvo mejor idea que jugar con sus pies balanceándose.

—¿Quieres de esos Pokémon bread?

—Sí, está bien —Murmuró.

—Disculpa, no te escuché.

Wonbin se acercó.

—Q-que está bien —Dijo más fuerte.

Wonbin rio porque sentía nervioso al menor.

Cuando fue su turno, compraron lo dicho y le dio el paquete a Anton para que lo abra.

—Mire, me tocó un Charmander —Le mostró el sticker.

—Qué tierno.

Anton se sonrojó, pero se repetía mentalmente que lo decía por el pokémon y no por él.

—Gracias por la comida —Agradeció antes de que se olvide.

—No es nada —Le sonrió—. Um, ayer... Te quise hablar.

Recordó lo vergonzoso que fue y casi se atora con el bizcocho.

—Sí... Respecto a eso, no fue mi intención mirarlo mal —Se disculpó—. Es solo que me tomó por sorpresa.

—Uff, creí que te había molestado.

Wonbin llevó una mano a su pecho.

—Para nada, para nada —Repitió.

Al mayor le pareció tierna su reacción y le dijo que no se preocupe.

—¿Puedo saber para qué me habló ayer?

—Ahh —Rascó su nuca—, solo quería hablarte.

La respuesta alimentó la ilusión de Anton porque quería decir que el chico también pensaba en él.

Llegaron a la mesa y tanto Sohee como Seunghan los miraban cómplices, como si hubieran estado hablando de ellos.

—Volvieron.

—Sí —Respondió Anton con obviedad a su mejor amigo.

—¿Me invitas?

Anton se iba a negar, pero para no quedar como egoísta frente a su crush, le dio un poco contra su voluntad.

Sohee feliz se metió a la boca el bizcocho y luego tomó su mochila.

—Bueno, ahora sí debemos irnos.

—Sí... Un gusto hablar con ustedes —Dijo Anton, pero con intención de que sea Wonbin quien lo escuche.

—Bye~ —Despidieron ambos mayores.

Cuando estuvieron fuera del comedor, los dos comenzaron a saltar y chillar porque había sido una misión exitosa.

—¿Viste? ¿Lo viste? ¡Le gustas, Anton!

—¡Aaa! ¡Me compró un dulce!

Se abrazaron y luego se rieron por el número que estaban montando en el pasillo.

—¿Para cuándo la boda? Está de más decir que seré el padrino.

El más alto sonrió mientras se sonrojaba.

—No digas tonterías, mi padrino será Shotaro hyung.

—¿Qué? ¿Y esa traición?

Caminaron hacia su respectivo salón de clases mientras seguían cuchicheando.

—Tú tienes que ser el testigo.

—Es aceptable —Aceptó, pero luego se rieron de las tonterías que decían.

—Me olvidé de preguntarle cómo sabía mi nombre —Dijo de la nada.

—¿No está claro? Porque también le interesas.

—¿Tú crees?

—Estoy seguro —Sonrió—. Y lo digo porque me quedé hablando con Seunghan.

—¿Qué? ¿Qué te dijo? —Lo sacudió porque se quedó en silencio.

—¿Sabías que tenemos la misma edad? Pero él es mayor por dos meses.

—No me cambies de tema —Volvió a sacudirlo.

Sohee decidió hacerlo sufrir un poco más y siguió hablando de otras cosas hasta que el celular de Anton emitió una notificación.

—OMG, es un mensaje de un número desconocido.

—Léelo, léelo.

—Hola Anton... ¡Soy Wonbin! —Le metió suspenso a su lectura, ocasionando que Sohee grite emocionado—, te escribo para avisar que los agregaré a ti y a tu amigo al grupo de voluntariado... Y también decirte si... ¡quieres irte conmigo en la salida!

—¡Woah! Dile que sí.

Sus compañeros estaban tan acostumbrados a sus escándalos, que ya ni volteaban a verlos.

—Espera, ¿cómo le contesto? —Se mordió el labio.

—Con los dedos pues.

—Imbécil, me refería a cómo le digo que sí quiero, pero sin sonar tan lanzado.

Sohee rio.

—Entonces pregúntale si es que van en la misma ruta.

—Sí, sí, tienes razón.

Esperaron la respuesta.

—Me preguntó dónde vivo. Ya le mandé mi dirección.

—Ahora querrá recogerte todos los días —Se burló.

—Eso sería un sueño —dijo embelesado.

Cuando Wonbin respondió que sí le quedaba cerca su casa, Anton casi tira su celular al piso por celebrar.

—¿En serio no estoy soñando?

—Es real, amigo, estás en tu momento protagonista.

Anton sonrió y guardó su celular, ahora tenía motivación para prestar atención a la clase de Geografía.

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