𝐒𝐢𝐝𝐞 𝐄𝐲𝐞 ⌇· 𝐖𝐨𝐧𝐭𝐨𝐧 ₊

Eight

—¡Ahí viene la parejita!

Wonbin tiró su mochila y comenzó a perseguir a Jake.

Para no quedarse solo, Anton se fue a buscar a Sohee y siguió mirando como sus mayores estaban entre riendo y golpeándose.

—Hoy también viniste con Wonbin —Lo fastidió.

—Cállate, no estoy controlando mis mejillas.

Se sobó la zona que estaba muy roja.

—Ay, Anton, tan grande y tan chiquito a la vez.

Sohee lo despeinó y se integraron al grupo de alumnos.

Había un aproximado de veinticinco chicos, la mayoría de último año, quienes ocupaban la cancha de baloncesto.

Cuando Wonbin se separó de Jake, fue hasta el centro y llamó la atención de todos.

—¡Miren aquí! —Saltó levantando los brazos, acto que funcionó porque dejaron de hablar los demás—. Listo, como saben, estos eventos de voluntariado son hechos para el bienestar de la preparatoria. Nosotros, como parte de ella, somos los encargados de mantenerla, así que nos dividiremos las tareas por grupos.

Seunghan le pasó un papel y Wonbin comenzó a nombrarlos.

—¿Crees que me toque con Seunghanie?

—Mírate, llamándolo con cariño —Fastidió a su mejor amigo.

—Ay, pero bien que quieres ser equipo con Wonbin.

—Pues sí... —Admitió en un tono bajo.

Como era de esperarse (y porque Wonbin junto a Seunghan hicieron las listas), les tocó grupo con ellos y dos chicos más.

—¿Ustedes están en el equipo tres? —Se acercó un chico alto y de nariz considerada perfecta, sabían que era de último año por la chaqueta.

—Sí, ¿usted también? —Preguntó Sohee.

El mayor asintió y luego se acercó otro chico con la misma casaca.

—Soy Sunghoon, por cierto.

—Un gusto, yo soy Sohee y él es Anton, somos los de primer año.

—Ay, qué lindos, ustedes son los nuevos —Dijo el otro mayor—. Me llamo Huening Kai, pero díganme Kai o Hyuka o hyung, como quieran.

—Hola, hyung —Contestaron los dos.

—Hey, no te tocó con Taehyun —Le comentó Sunghoon—. A mí me separaron de Jake y Jay, no es justo, estos grupos no parecen sorteados, me voy a quejar.

—Es porque yo los armé, ¿algún problema? —Apareció Wonbin.

El tal Sunghoon negó.

Anton vio que le tenían alguna clase de respeto y eso era atractivo, por poco y las piernas le tiemblan por lo bien que le queda tomar el mando a Wonbin.

—¿Ya saben qué nos toca limpiar?

—Por favor que no sean los baños~ —Kai juntó sus manos como rogando.

—No, nada, eso se lo mandaron al grupo de Jay —Se burló Seunghan.

—Hyung, no pensé que lo harías —Le susurró Anton a Wonbin, a lo que el mayor le contestó con una sonrisa ladina.

Sunghoon se rio y ahora agradecía no ser parte de ese equipo. Por lo que los demás también comenzaron a reírse.

—Debemos limpiar la zona de salones del pabellón 2, si nos dividimos en pares sería más rápido —Dijo Wonbin.

—Yo quiero ir con él —Sunghoon señaló a Anton, pero solo por fastidiar, ya que sabía que Wonbin estaba muy irritable con ese tema.

Anton entró en pánico, él no quería.

—Deja de fastidiarlo, lo estás asustando —Lo defendió Kai.

—Era una broma, tranquilos.

Levantó sus dos manos mostrando inocencia.

Sohee rio porque esas eran su tipo de bromas y dijo—: Yo puedo trabajar con usted, sunbaenim.

Sunghoon lo miró de pies a cabeza y sonrió.

—Claro.

Ese acto no le gustó a Seunghan, pero no podía demostrar su molestia.

—Yo voy con Anton porque como es nuevo debo explicarle y enseñarle co-

—Sí, sí, no es necesario tanto palabreo, tú con Anton, yupi —Lo cortó Hong algo molesto.

Wonbin levantó los hombros y no le respondió.

—Yah, si no quieres trabajar conmigo solo dilo —Le reclamó Kai.

—No es eso —Volvió a hablar con molestia.

Anton se quería burlar por lo infantil que estaba siendo Seunghan y lo tonto que fue su mejor amigo para desaprovechar la oportunidad de pasar tiempo con él.

—¿No sería mejor que Seunghan hyung guíe a Sohee? Digo, porque ya tienen más confianza... —Intervino con timidez, su bestie se lo agradecería después.

—Opino igual, así yo voy con Sunghoon.

—Por mí no hay problema —Dijo el mencionado con relajo.

Sohee como que se dio cuenta de lo que ocurría y casi se tapa la cara por ser tan despistado.

Los demás notaron que Seunghan volvió a sonreír ahora que estaba de par con Sohee. Con ello, Anton comprobó que, en serio, los hombres son muy predecibles.

—Vamos, nos toca limpiar los salones de la izquierda —Le dijo Wonbin y le ofreció su mano.

Cuando la tomó, los chicos comenzaron a gritar e imitar sirenas de ambulancias. De pronto, los otros grupos también se unieron y el lugar se convirtió en un griterío.

Anton no pudo esconderse porque Wonbin no se veía avergonzado, es más, lo miraba con la sonrisa más amplia que tenía.

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