III

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"Mundo omegaverse"

















Se supone que falta una semana para mi "celo", no tenía supresores y el calor cada vez invadía mas mi cuerpo, ya podía sentir como mi mente se nubla de apoco.

Intente llamar a mi madre, pero mientras lo hacía el calor aumentaba, lo acompañaba un poco de dolor y la sensación de necesidad de un "alpha".







No se cuánto tiempo estuve gimiendo de dolor mientras me quitaba la ropa pero sentí como un olor familiar me envolvía he intentaba calmarme.

vamos linda, tranquila –se escuchaba algo ansiosa– te daré un supresor y dejara de doler —.

Antes de caer rendida sentí como unas feremonas llenaban la habitación y me hacían sentir protegida.

— "mi alpha" –fue lo último que susurre antes de caer en la inconsciencia—.











Cuando desperté el calor aún invadía mi cuerpo solo que ya no era extremo, sentí como seguía aferrada a la persona que se encontraba a mi lado.

— ¿Bada? —pregunté aún desorientada– ¿qué haces aquí?—.

— Me llamaste –dijo mientras liberaba un poco más de feromonas—.

Lo siento, intentaba llamar a mi madre –mencionó avergonzada—.

Escuche como te quejabas y me asuste –dijo mientras acariciaba mi cabello– vine sin pensarlo, y cuando te vi en el suelo y sentí tus feremonas supe lo que había pasado—.

— Mi celo se adelantó –relajada– no tenía supresores, ¿de donde sacaste supresores de omegas?—.

— Siempre cargo con unos cuantos en mi bolso por si te pasaba algo así –dijo en forma de susurro y algo avergonzada—.

Gracias –la abrazó– ¿no te sientes mal? ¿Mis feromonas no te incomodan?–pregunto con un poco de temor—.

–me da una sonrisa que busca tranquilizarme– Tome un supresor, tranquila –me acaricia– tu dulce olor solo me da una sensación de calma y calidez, pequeña—.

Luego de un rato Bada me dio algo de comer junto a un supresor, también mencionó que iría a su departamento a buscar algo de ropa y vendría a cuidar de mi la semana que dura mi celo.





Cuando se fue no pude evitar sonrojarme mientras me acurrucaba en donde se encontraba acostada y aferrarme a la sudadera que dejo.

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