2: Un día normal

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Danielle Marsh

Me muevo con agilidad siguiendo a la perfección la coreografía dada por mi entrenadora. Llevo más de dos horas en sala de prácticas del instituto y siento que mi energía crece cada vez más con cada paso que doy. No puedo explicar lo mucho que me apasiona el baile. Desde muy pequeña esto ha sido mi sueño y poder hacerlo de una manera tan perfecta y limpia me llena el corazón. Todo lleva un trabajo muy duro detrás, hasta a veces en pensado en que debería dejarlo o descansar de el, pero después me veo frente a estos enormes espejos bailar con tanta emoción que todos eso malos pensamientos desaparecen.

En unos días tendremos una pequeña presentación con las porristas frente a muchos estudiantes del instituto y me encuentro muy emocionada por ello. No es muy habitual hacer algo así ya que solo deberíamos presentarnos en los partidos, pero junto a Minji propusimos que de vez en cuando deberíamos hacer algunas presentaciones y así distraernos de las clases y de temas extracurriculares, cuando nos aceptaron nuestra propuesta no puede ser más feliz. Así que por ello estoy aquí practicando una y otra vez nuestra coreografía para así también guíar de la mejor a las chicas.

Agotada me siento en piso y bebo mi botella de agua hasta acabarla. Mirando fijamente mi reflejo la puerta se empieza abrir lentamente dejándome ver a chica más problemática que yo haya podido conocer, Haerin. Por lo que veo viene con un cubo de agua, un trapeador y otros utensilios le limpieza; seguramente la castigaron de nuevo lo que no es novedad, nosotras ya la tenemos apodada como la servidumbre del instituto lo que es muy gracioso ya que literalmente es lo que se mantiene haciendo aquí. Sé que muchos de mis amigos por más que lo niegen le temen a esa chica y no paran de hablar a sus espaldas, eso sí, ese no es mi caso. Por qué tendría que temerle a una persona tan desgradable como lo es ella.

Al verme lo primero que hace es soltar un pesado suspiro para luego seguir con lo suyo ignorándome por completo. Desde que la conozco siempre ha llevado ese estilo de chica desinteresada, que odia a todos y a la vida, Buff es tan cliché que me enferma (Aunque no niego que yo no lo sea). No recuerdo algún momento en el que nos hayamos llevado bien y mucho menos con sus amigas y ellas si que llaman más la atención, si no es Chaewon buscando pleito con Yunjin, es la tonta de Hanni atontada buscando la atención de Minji, pobre chica.

- Podrías darme permiso - dice asustándome.

- Limpia luego, no ves que estoy aquí

- Y eso acaso me importa - habla de una manera indiferente - levántate

- No voy a moverme a ningún lado y vuelvo a repetirlo limpia después

- ¡Dios! Por qué tienes que ser tan borde, ni siquiera deberías estar aquí - empieza a trapear por otro lugar.

Dejando que sus palabras salgan de mis oídos sin importancia vuelvo a levantarme y a practicar otra vez mi rutina. Con los ojos cerrados alzo mis brazos y muevo mis piernas al ritmo, girando así mi cuerpo en varios giros totalmente ligeros lo que me hace sumirme en mis movimientos. Sé que ella está mirándome, puedo sentirlo y no la culpo, soy magnífica, pero es extraño. Al detenerme abro lentamente mis ojos y noto que efectivamente está mirándome, solo que de una manera que no logro descifrar, está allí apoyada en la pared sosteniendo el trapeador mientras mira mi reflejo en el espejo; lo que es muy raro ya que parece no mostrar ningún tipo de emoción.

- ¿Qué es lo miras? - pregunto un poco confundida.

- A tí, a quien más - qué rara es - ¿Ya puedo limpiar?

- Emm... Sí, sí - digo y tomo mi mochila para salir.

- Ah, y una cosa - la miro - Bailas muy bien

Con el ceño fruncido solo asiento con la cabeza y salgo de allí. ¿Qué sucede con ella? Es que es tan horriblemente extraña que hasta podría sacarme escalofríos, pero por cojones que eso no va a lograrlo.

Cuando llego al patio veo a Tim sentado como un niño en la salida esperándome y al verme me brinda un tierna sonrisa y me abraza mientras acaricia mi cabello, ay... Es tan lindo. En nuestra relación siempre es el, el más cariñoso, comprensivo y amoroso, no es que yo no lo sea, sino es que yo soy tan así. Sé lo que soy y no me avergüenzo de serlo, se que muchos me conocen como una engreída, egocéntrica, creída y muy extrovertida, aunque lo último no tiene nada de malo, bueno en exceso tal vez, pero ese no es mi caso. Puedo decir que en este instituto soy de las más conocidas, es solo llegar y todos ya estan mirándome o saludándome desde lejos.

Eso de ser "Popular" al menos para mi no es la gran cosa, en la mayor parte del tiempo intento ignorar todo esto lo máximo posible. No voy a negar que la atención me encanta, de hecho me fascina, es solo que hay momentos en los que me gustaría desaparecer, que no siempre estén esperando algo de mi o lo mejor de mi, a veces me pregunto en como sería simplemente ser "normal".

- ¿Quieres comer algo? O ¿prefieres ir a casa? - me pregunta tomándome le la mano.

- Mmm, creo que prefiero ir a descansar, ha sido un día muy ajetreado para mí

- Está bien, te acompaño

De camino al estacionamiento decidimos irnos cada uno en nuestro vehículos el en su moto y yo en mi coche. Al llegar a mi casa lo primero que hacemos es comer algo ligero que fue preparado por Marta la empleada de casa y mi segunda madre; ella es la siempre está aquí atendiendo tanto a mi hermano pequeño como a mí ya que mis padres tiene muchos trabajo y no crean que este es el típico caso de " Ay mis papis nunca están en casa ña, ña, ña" No. Ellos hacen todo lo posible para que tengamos lo ellos no cuando era jóvenes, siempre intentan saber de nuestras cosas y estar para nosotros, por ello pienso que aunque casi no esten aquí no siento que me falte su amor o algo así.

Normalmente al salir de clases y si tengo el día libre paso toda la tarde en mi habitación junto Tim ya sea viendo películas, jugando videojuegos o simplemente charlando y poco más. Nosotros llevamos un año juntos y nos conocemos desde primaría, gracias a qué mis padres son muy amigos de los suyos. No sé si decir que estoy enamorada de él, lo que sí es que me encanta su compañía sea como sea, en serio me gusta demasiado, tanto que en ocasiones solo quiero estar a su lado y nada más. Tim y Minji son los únicos que me conocen como realmente soy, lo que en realidad me gusta hacer y como soy detrás de todas la miradas y... Otra cosa que... Puff.

- ¡Te gane! - grita levantándose del suelo - No puedo creer que te haya ganado

- ¡Hey! Estaba distraída - río al verlo tan emocionado. Es que siempre le ganó.

- Eso no importa, te he ganado y eso es un gran logro para mí - pone en control en su pecho con orgullo.

- Jajaja Qué lindo eres - me a sincero tomando su rostro entre mis manos para darle un beso.

- Hmm, sí lo sé

- Ahhhh - lo golpeó - Jajajaja, ya verás

Después de estar jugando horas y horas sin parar Tim vuelve a su casa por lo atrde que es y  si llega a seguir aquí, es muy seguro que se llegue a llevar un gran regaño de sus padres y yo uno uno peor. Luego de perderlo de vista desde mi balcón voy directamente al baño para refrescarme un poco antes de irme a dormir.

Con mucho cuidado quito las lentillas de mis ojos y las dejo en su lugar que es una cajita de color negro de metal para no dañarlas. Sin mirar aún mi reflejo en el espejo apoyo mis manos en el lavabo y un poco temerosa, como cada noche, empiezo a alzar mi rostro lentamente encontrando así con mi "pequeña" peculiaridad que me acompaña desde que tengo memoria... El extraño cambiar de color de mis ojos.


























Natix🌼

Enemigas [Daerin] [Bbangsaz]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora