Enemigas [Daerin] [Bbangsaz]

3: Una tonta enamorada

Pham Hanni

Paso hoja tras hoja escribiendo con una completa inspiración y sabiduría, puedo decir que es el mejor trabajo que he hecho en mi vida, cada que vengo a hacer mis proyectos de clase a la casa de Haerin es como si mi inteligencia se suplicara por mil y eso es tan exitante... Puff debería tener una mejor vida social ¿No?

Mientras bebo un trago del chocolate caliente que me ofreció el padre de Haerin, que está delicioso por cierto, una notificación llega a mi teléfono; cuando abro Tumblr y veo de que se trata me atraganto y empiezo a toser como si vida dependiera de eso (Podría). Lo que mis ojos están viendo es algo que... Dios mío, es, es, es Minji... Es Minji posando frente a su espejo usando el uniforme deportivo del instituto solo que no está usando la camisa, solo está usando su brasier dejándo así ver en borde de sus pechos y su perfecto abdomen marcado.

No puedo dejar de verla ¿Que hago? Me siento como una completa pervertida, pero es que como se supone que siga con mi vida después de ver esto, es que ella están guapa, con su cuerpo tan bien trabajo, lo bien que le queda cada cosa que se pone; me pregunto cómo se verá sin estar arreglada y ni nada, eso ha de ser un sueño. Imagino que los novios que ha tenido han sido los unicos en tener la fortuna de verla así y su familia claro. Es tan triste que eso no vaya a suceder conmigo... De repente esa desilusión de todos los días vuelve a mí y es algo que me cansa tanto a veces, pero luego la veo caminar por los pasillos, dar todo tipo de órdenes o liderar de una manera tan perfecta a sus compañeras, que allí todo se me pasa. La cosa es cuando estoy sola en casa, solamente viendo sus fotos y sus publicaciones, allí es donde no puedo evitar llorar por su amor no correspondido.

Donde ahogo los dolorosos gritos en mi almohada, sin poder ver su rostro y calmarme ya que sus fotografías no hacen eso por mi, nunca lo han hecho. Solo quiero verla todos los días a cada momento de mi día, me tiene tan aprisionada que hasta podría dar miedo y desde pequeña ha sido así. Recuerdo la primera vez que la vi al llegar nueva a la escuela, ella estaba jugando en el patio en la zona donde hay un pequeño parque con mucha arena a su alrededor, era muy gracioso verla intentar armar un castillo de arena con la arena completamente seca, me daban tantas ganas de acercarme a ella y decirle que tenía que mojarla para que funcionara, pero nunca fui capaz de hacerlo.

Desde entonces ella no salía de mi cabeza; cuando llegaba a mi casa le contaba a mi mamá todo sobre lo que ella hacía lo que de solo recordarlo me avergüenzo demasiado, es que por Dios como se me ocurría hablarle así de ella, de hecho hasta le pedía que se hiciera amiga de su mamá para que ella viniera aquí o yo ir a su casa a jugar, pero eso nunca sucedió, ni siquiera sé dónde vive... Bueno aunque eso pocos lo saben porque Minji es muy reservada con ello ¿Y cómo lo sé? Pues lo escuché una vez hablar de ello en las duchas y no es que estuviera espiando o algo parecido, no; se dió que estaba en el baño y la escuché decir eso, lo prometo.

Lentamente dejo la tasa de chocolate en la mesa de café que está en el salón y me levanto del suelo mientras sigo mirando fijamente la fotografía que Minji, la que mi linda Minji acaba de subir. Oh... Es tan perfecta, ojalá poder estar con ella cada vez que yo quiera, poder tomarla de la mano sin ningún temor, poder tocarla y besarla hasta el cansancio, ojalá...

- ¡Eh! - me grita Haerin tocando mi espalda.

- ¿¡Qué te pasa!? Casi me matas - digo apagando el celular.

- Jajajaja ¿Que estabas viendo? - intenta tomar mi celular pero lo alejo - Uy ¿Veías pornografía?

- ¿Qué? No, que asco. Solo miraba una foto de...

- ¿De...? - alza sus brazos en duda.

- De... Ay ya sabes de quién - digo resignada sentándome en el sofá.

- Eres tan masoquista, pero sabes que hoy no te diré nada ¿Que te parece? Seré mucho más comprensiva - ¿Y a esta que le picó?

- ¿Hablas en serio? Pero siempre me reprochas mi enamoramiento hacia Minji - hablo apenada.

- Lo sé, lo sé, pero hoy estoy de buen humor, sabes. Así que has lo que quieras... Eso sí, eres una tonta

- Y ahí estás, ya me estaba preocupando - le digo riendo y ella se une a mí. Luego de eso la veo levantarse y subir a su habitación, así sin más, lo que es muy normal la verdad.

Es muy raro verla actuar de esa manera, tanto que ni siquiera estoy acostumbrada. Hemos sido mejores amigas por años y son contadas las veces en la que la veo contenta o bueno no contenta como tal sino verla sonreír... Sí, sí; el sonreír para ella es como un gran acontecimiento y me gusta ser de las pocas que puede verla tan relajada y sin estar tan alerta. Es muy distinto a como es en el instituto, es como sí su barra protectora apareciera de repente al estar allí y si en el pasado nos hicieron mucho daño con todo tipo de burlas, pero eso era en la escuela, aquí no es tan así, pero de igual forma la persona que llega a molestarla podría terminar en el hospital y es por ello que se mantiene castigada limpiando todo el instituto con su lindo apodo de criada o sirvienta, yo que sé.

- Ay... - salgo de la red social, no sin antes guardar la fotografía... Hm, si ella viera mi álbum de fotos seguramente me acusaria de acosadora. 

...

Cuando llego a mi casa dejo mi mochila a un lado de la entrada y desde aquí veo a mi padre sentado frente a la televisión con una cervesa en la mano (Como siempre) viendo quien sabe que cosas. Desde que mamá murio él práctiamente se echo al olvido, es como si le hubiran arrancado el corazón; yo estaba muy pequeña así que no recuerdo mucho lo sucedio, lo que siempre me cuentan mis abuelos es que mi papá la amaba demasiado, que era y es el amor de su vida. Es muy triste para mi verlo de esa menera casi todos los días, a veces ver como sus lagrímas caen de manera automática es lo más doloroso que un hijo podría ver, lo unico que hago es aferrarme al él y él hace los mismo conmigo y así nos quedamos hasta quedarnos dormidos.   

Después de dejarlo dormido en su habitación, me preparo algo de comer, ceno y subo a mi cuarto. Ya con mi pijama puesta me quito mis gafas, las dejo en mi mesa de noche y justo antes de acostarme veo que en la casa del frente aparece la silueta de una chica en la ventana con las cortinas abiertas. Y al estar maso menos cerca observo como empieza a devestirse, hay mismo doy unos cuantos pasos hacia delante sin ni siquiera pensarlo. Cuando ella queda en ropa interior puedo sentir como todos los nervios de mi cuerpo se activan, colocándome los pelos de punta. 

Como tengo las luces apagadas y estoy un poco escondida, ella no logra verme cuando se da la vuelta y se da cuanta de que podrían verla. Dios mío en que me estoy convirtiendo ¿Ah? Ugh. Estas son la putas hormonas de deciden atarcarme cada que les da la gana, pero yo no soy así, nunca lo he sido y no quiero serlo. No quiero ser como mis compañeros que se mantienen calientes todo el día sin importar que esten en el salón de clases o en un lugar público. Es tan asqueroso que ni puedo consevirlo; yo hare lo que este en mis manos para no terminar de esa manera. Me encanta pensar que la persona que más me gusta en este mundo no es como los demás, nunca la he visto besuquiendose con nadie, ni nada parecido y eso... eso es maravilloso.

Natix🌼