Capítulo 8

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Solo bastaron dos simples toques sutiles en la puerta para que se abriera, justo donde se hospedaba una de las nuevas invitadas del viajero.

- Oh, buenos días Aether -. La chica detrás de la habitación se encontraba ya con el traje de armadura plateada.
- Buenos días, Noelle. Luces despierta, ¿hace cuánto tiempo te levantaste? -. El rubio salió despeinado, restregándose los ojos somnolientos y una voz baja.

- A ver...me tomaron quince minutos para mi serie de flexiones, después decidí darle un vistazo a toda el área, así que hice un trote de una hora a la vez que me fijaba en sus creaciones en la Relajatetera; como no habías despertado, quise mostrar mi agradecimiento por tu amabilidad conmigo y preparé el desayuno, de hecho Sacarosa se adelantó y ya está en el comedor -.

El rubio hizo cálculos mentales con todo el cronograma de Noelle hasta ahora, el reloj de su habitación marcaban las diez.
"Entonces lleva desde las ocho esperándome, bravo Aether. Aunque tampoco puedo regañarme, Noelle seguro debe tener un horario estricto, pero no luce afectada por el evento de anoche". Él estuvo apunto de disculparse, pero simplemente suspiró ya que ni sus esfuerzos podían controlar las horas de sueño.

Le resultaba gracioso salir solo con el chaleco y los pantalones puestos, mientras Noelle parecía perfectamente vestida con su traje y radiante.

- Enseguida bajo, debo buscar a Paimon y-.

- De hecho, Paimon vino justo después de Sacarosa. No quiso entrar a tu habitación cuando solo estábamos las tres -. Noelle interrumpió metafórica y literalmente los pasos de Aether, quien se sentía ridículo.

"Vaya...soy el que más tarde se despertó para haber dicho que estaríamos trabajando desde ~temprano~, ¿será que me sentí tan cómodo que no tuve problemas de dormir?".

El chico se pasó las manos por su ombligo para sentir su piel.
A pesar de despertarse rápido para saber si la criada estaba igual que él, no le quedó ninguna pizca de sueño.

- Aether, ¿pasa algo? -. Esto dejó preocupada a la chica, quien se puso a su lado con una ceja arqueada.

Rápidamente él le devolvió la mirada y sonrió, cautivado por como se estaba sintiendo después de quitarse los pesos de encima desde hace días.
- No es nada...creo que por primera vez, me siento libre y tranquilo en Teyvat -. El deber de arreglarse un poco para bajar incluso se fue, no tenía porque avergonzarse de que descubrieran sus debilidades.

Aether no quería mentirles nunca más y actuar como es realmente.

Ya en la mesa puesta por Noelle, se encontraba la susodicha comida de emergencia y la alquimista de cabello celeste.

- ¡Buenos días a todos! -.

- Buenos días, Aether...te ves muy animado -. Sacarosa le sorprendió el pequeño cambio de aspecto que tuvo, pero se contuvo con sus palabras para no revelar más.

- En realidad Paimon cree que eres un desastre andante, al menos podrías haberte arreglado la coleta del cabello, querida "Rapunzel" -. Solo Paimon fue la única que se burlaba de ese cambio, tanto Sacarosa y Noelle se guardaron todos su comentarios al respecto en silencio.

Tampoco es como si fuera una gran diferencia, pero verlo ahora ya tenía aires diferentes. Además el espacio que mostraba sus abdominales no escapó de los ojos de la alquimista y la criada, esta última si supo disimularlo sin dejar de mirarlo.

Las orejas de Sacarosa casi salen volando, sin dejar de moverse frenéticamente al igual que se ponía roja por haber llevado sus ojos por un segundo y grabado la imagen para la posteridad.

Cuando por fin tomó asiento, las cosas se calmaron y no quiso apresurarse en tomar el desayuno.

- Bueno, que hayas hecho tu rutina nos ahorra contratiempos, Noelle. Ya tengo listo lo que vamos a hacer hoy para entrenarte en tu primer día. Quiero estar en un punto medio para no estresarte ni aburrirte en el entrenamiento -. Los ojos de Aether se posaron en ella, quien asentía con atención a sus palabras.

La Fase Popular de AetherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora