El día fue estresante, y lo único que necesitaba para poder relajarse era descansar en el jardín, rodeado del delicioso y refrescante aroma de las flores, teniendo desde ese hermoso lugar la mejor vista del atardecer, durante la hora dorada, todo el lugar parecía mágico, se sentía como una pequeña hada, se imagino volando por encima de las flores, bailando sobre ellas...
...Cansado de estar sentado se levanto, sacudió su ropa y sus bellas alas revolotearon, sin mucho esfuerzo comenzó a volar, en busca de un nuevo lugar para descansar, se paseo por el extenso campo lleno de flores, en busca de la flor perfecta en la cual pudiera tomar una siesta, voló por un tiempo el sueño empezaba a apoderarse de el, con su cuerpo a punto de caer debido al sueño encontró un hermoso clavel, tomando las puntas de los pétalos los atrajo hacia el cerrando la flor.
Cuando despertó y abrió el clavel ya no se encontraba en el mar de flores donde vivía, un humano estaba frente a el, viéndolo con adoración, le observo detenidamente, "eres real" susurro aquel muchacho, "lo soy" le respondió. Se prometió no volver con el humano, pero diariamente regresaba a visitarlo, hasta el punto en que se enamoro.
"La luna esta hermosa esta noche" le escucho murmurar mientras lo veía...
- Lix.. Lix... Lixie despierta...
Pesadamente abrió los ojos, aun adormilado, al enfocar el rostro de Changbin sin mucho pensarlo soltó.
- Puedo morir en paz... - el mayor sonrió ante la frase, le dedico una mirada que el menor no logro descifrar, sabiendo a lo que el doncel se refería, con una sonrisa susurro.
- La luna este hermosa esta noche... - le miro esperando que respondiera.
- Puedo morir en paz...- volvió a repetir sonriéndole.
Ambos sonriendo miraron hacia el cielo en busca de la luna, los colores subieron a sus rostros rojos de vergüenza, se miraron apenados antes de reír.
El sol aun no se había ocultado, pero sus sentimientos habían sido demostrados.
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The Little Princess // CHANGLIX
RomanceEn un rincón olvidado de la ciudad, la cafetería donde Lee Yongbok, más conocido como Felix, vertía su juventud entre cafés y sueños efímeros, se convertiría en el escenario de una historia que desafiaba los confines del destino. A sus 22 años, Feli...