cap 5

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Después de ese café con Estela y de escucharla llorar por minutos, comprendí dos cosas.

Estela no levantaba cabeza desde que su hijo Luis murió, también que su hijo max había decidido irse sin decir nada.

Tampoco era feliz en su casa ni con su marido, y no me extraña, ese hombre parecia no tener sentimientos cuando lo vi ayer.

No pude descubrir el porqué seguía con él si no era feliz, pero tampoco era de mi incumbencia.

Cuando salí al estacionamiento, ví que el coche de yankee seguía ahí. Decidí buscar respuestas, así que me apoyé en su coche y esperé durante minutos hasta que lo vi salir cabizbajo del hospital.

Cuando se acercó lo suficiente y levantó la cabeza, en sus ojos vi la sorpresa.

-¿Qué haces aquí? -dijo asustado. Miraba a todos lados.

-¿Qué haces tú aquí? —dije de vuelta. —¿Y qué demonios haces así vestido? Yankee

siempre vestía con camisas de colores pastel, nunca usaba trajes de corbata ni se ponía gel en el pelo.
Este parecía un alan muy diferente, y no me cuadraba nada.

-Tengo que irme, lukas —dijo apartándome suavemente e intentando abrir la puerta del coche.

Me coloqué delante de él de nuevo.

-Ni lo pienses, me vas a contar de una buena vez qué es lo que escondes y porqué conoces a esa familia.- dije firme.

Me miró a los ojos, y su color oscuro de cristalizó.

-No puedo lukas. —dijo a punto de llorar. — Deja que me vaya, por favor.

Agarre una de sus manos.

-Cuéntame yankee, algo ocurre y no me importaría tanto si tú no tuvieras nada que ver. Por favor, cuéntamelo, sabes que puedes confiar en mi. —insistí.

Cerró sus ojos dejando escapar algunas lágrimas.

-Sube a mi coche. -me dijo.

***

Me llevó a una cafetería apartada del centro.
No hablamos durante todo el camino, y tampoco quería presionarlo.

Cuando nos sentamos y nos sirvieron nuestros batidos, habló.

-Es muy fuerte, y no quiero que digas ni hagas nada. -me dijo.

-Cuéntamelo ya. —contesté.

Suspiro y tomo un sorbo de su batido.

-¿Sabes por qué nunca has venido a mi casa ni conoces a mi padre? -preguntó.

Negué con la cabeza.

-Porque es mala gente, y porque el Alan que vos conoces no es el mismo cuando estoy fuera de la universidad. En la uni soy yo mismo, y en mi casa el alan que quiere que sea. -explicó.

-¿Qué quieres decir? -pregunté.

-Mírame, parezco el tío más hetero que has visto en tu vida. —dijo intentando sonar divertido, pero no me hizo ninguna gracia, así que continuó. Una vez traté de decirle a mi padre que... que soy gay, que me gustan los chicos. Pero me ignoró, y desde ese día me obliga a vestir como él quiere, a peinarme como él quiere, a hablar y actuar como él quiere.

-¿Y por qué le haces caso? Que se vaya a la mierda. —le dije enojado. Yankee era demasiado bueno como para sufrir eso.

No contestó, en vez de eso, se quitó el saco dejando a la vista su perfectamente planchada camisa blanca. Desabrochó dos botones y me mostró su hombro.
Me lleve las manos a la boca horrorizado

-No me digas... no me digas qué...

—Sí. —interrumpió. —Si no lo hago, me golpea hasta que se cansa.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y ahogué un sollozo.

- Alan, Dios mio...

-Nunca te lo he contado porque me avergüenzo, me avergüenzo de mí mismo por no poder plantarle cara y poder ser feliz. — me dijo al borde del llanto. Pero no puedo hacer eso lukas.

-Sí puedes, denúncialo y podrían encarcelarlo yankee —le dije.

Negó con la cabeza.

-Mi madre nos abandonó hace años y yo dependo de él, tiene un bufete de abogados muy importante y gana muchísimo dinero. Si lo denuncio y lo encarcelan, no tendremos dónde ir con isa, ni dinero para estudiar ni para vivir. No me dan las horas para buscar un trabajo con la carrera. Por eso estoy aguantando hasta que termine la carrera en tres años, para poder valerme por mi mismo y mandarlo a la mierda de una vez por todas.—explicó.

-No te mereces todo esto alan, no te lo mereces. -le dije.

Sonrió triste.

-Terminará pronto —contestó.

Intenté encajar en mi cabeza todo lo que me había dicho, todo era muy fuerte y me dolía muchisimo.

- ¿Y qué hay de la familia de Alex ? ¿Qué tienes que ver con ellos? -pregunté.

-Mi padre es el socio más importante del bufete de abogados del padre de Alex, Alejandro de Jesús. -dijo.

- Wow— dije sorprendido

-Hace unos meses... firmaron un contrato. Alejandro, le metió en la cabeza a mi padre que si sus hijos salían y eran pareja, la empresa cobraría más reconocimiento, que tendría mejor imagen y que el contrato se fortalecería aún más. Mi padre cayó en su juego, y aún le convenció más el hecho de que mi hermana saliera con un chico. - mi boca se abrió en una O, no podía creerme lo crueles que podían llegar a ser las personas. —Ya sabes, antiguamente los padres obligaban a sus hijos a salir con quien ellos elegían por su propia conveniencia...

-Pero estamos en 2023... por Dios yankee esto es muy fuerte. - dije con el corazón dolido.

- Alex y mi hermana, cuando estan fuera de la universidad son pareja frente a nuestros padres. Al principio se negaron pero el sufre el mismo castigo que yo si se niega... -me llevé las manos a la boca. —alejandro lo golpea, hasta tal punto que muchas veces lo ha dejado inconsciente.

-Ese hombre es un psicópata. -dije reteniendo una lágrima de bronca. -Dios mio no puedo creerlo.

-Entonces Alex, isa y yo acordamos algo; en la universidad haríamos ver que no nos conocemos para escapar de toda la mierda que nos rodea, mientras que frente a nuestros padres son la pareja ideal y perfecta que ellos quieren que sean. -explicó. - Cuando me enteré que fuiste vos el que salvó a Alex, no pude darte las gracias. — agarro fuerte mis manos.

-Gracias lukas, gracias por salvarlo. Lo quiero muchisimo y no quiero que le pase nada malo. Ayúdalo por favor.

Unas lágrimas escaparon de mis ojos.

-Hoy ha sido la primera vez que he hablado con el y no ha ido muy bien... pero cada vez me doy más cuenta de que el no está mal de la cabeza ni nada por el estilo, sinó que ha sufrido tanto y sufre tanto que lo están trastornando. -dije más para mi que para él. -Quiero ayudarlo, quiero hacerlo de verdad.

-Si lo conocieras tal y como es, verías que es la persona más humilde y bondadosa del planeta. Están matando al alex real, y yo no quiero que eso pase. —me dijo. —Y ahora que sabes todo esto, confío en vos, espero que no cuentes nada.

-Me has aclarado muchas dudas, y no, no contaré nada pero debes prometerme algo. — le dije.

-Lo que quieras.

-Que buscarás una solución para escapar de las garras de tu padre.

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Continuara...

You saved me (Carlukas) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora