03 ➖ ¿Te acostarías conmigo y te olvidarías del mundo por un momento?

2K 217 12
                                    



Mudarse a un nuevo lugar había causado revuelo en el ánimo de Willow, pasó de estar completamente en calma a estar nerviosa y hasta aterrorizada. Marvolo había dicho que la Mansión Slytherin había estado en reparaciones por mucho tiempo cuando era un joven con cordura, y que ahora solo necesitaba limpieza, algunos detalles, y quizás nueva decoración. Le había dado rienda suelta para hacer de la Mansión lo que ella quisiera porque, después de todo, pretendía que fuera el hogar de ambos.

Hogar...

Dicen que el Hogar es un lugar seguro donde tu alma y tu corazón pueden cantar, un lugar donde puedes ser la persona que quieras ser con la seguridad de que nunca serás juzgado por ello.

O por lo menos eso había leído alguna vez, y era lo que la Sra. Adeline le había dicho que buscara algún día.

Pero Willow estaba segura de que nunca había tenido un hogar, nadie había intentado dárselo nunca. Había pensado en Hogwarts como uno al principio, pero eso fue aplastado violentamente todos esos años en que la usaron, manipularon, insultaron y hechizaron. Jamás había pensado en la casa de los Dursley como un hogar, y nunca lo haría, no después del daño que le habían hecho.

Había pensado por un breve momento que tendría un hogar en Grimmauld con Sirius y Remus, pero eso pronto fue destruido cuando estuvo allí, con Sirius borracho, llamándola Lily o James, siendo libre en sus toques. ¿Y Remus? Solo se sentaba y fingía que todo estaba bien, que nada sucedía, que lo que sea que sucedía en esa casa era normal. Cualquier intento de hacerlo decir algo que lo hiciera pensar por si mismo era brutalmente descartado con palabras hirientes sobre "cómo tus padres estarían tan decepcionados" o "que tendría que ser más agradecida con su sacrificio".

Así que no, Willow quedó con vacías expectativas de lo que debería ser un Hogar, y sabía que Tom no había tenido uno nunca tampoco. ¿Cómo ambos podrían hacer funcionar esto? Ella había estado teniendo una crisis emocional con razones bien fundamentadas, pero al final, no tenía nada de qué preocuparse.

Marvolo había preparado un ala entera de la Mansión para ellos, le había dado su propia habitación a pesar de que ella seguía colándose a la suya porque no quería estar sola, le había dado un espacio para que tuviera un pequeño lugar con sus padres, para leer o descansar, incluso para pintar. Él le había dado respeto, consuelo, gente a la que querer. Le había dado a sus amigos garantías de que no los lastimaría y ni siquiera les había obligado a tomar la marca... Marvolo le estaba dando poco a poco una familia, que era un poco disfuncional, pero leal y amorosa a su manera.

Las semanas que había pasado en Slytherin Mannor habían sido perfectas. Los días malos aún se presentaban en formas diferentes, a veces era ella sentada en la ventana de su estudio mirando sin mirar el jardín que poco a poco estaba tomando color gracias a sus manos y la de los elfos, o también eran días en los que no podía salir de la cama sin sentirse como si fuera a desgarrarse lentamente por el peso que aún cargaba.

Will sabía que Marvolo estaba preocupado por ella, a menudo podía observar la mirada en sus ojos cuando entraba a su habitación y no la encontraba en el lugar habitual. Sabía que su rutina era importante para ella porque la mantenía relajada, en control, y con buen humor, por lo que sabía que era un día malo dependiendo de cuántas de sus tareas se había saltado.

Los días después de la prueba en Gringotts habían sido difíciles de superar para ella, se había encontrado en la oscuridad de la noche o sumergida en la bañera con agua hervida más veces de las que pudo contar, pero Marvolo había logrado mantenerla de pie. Su ayuda, la de los Malfoy, Severus y las cartas de sus amigos habían llenado su corazón golpeado de amor por ellos.

MEDUSA ➖ TOM RIDDLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora