Nueva York, conocida por muchos como el centro del universo. Para mí siempre ha sido mi universo. Siempre he vivido aquí. Una ciudad donde se respira el glamour. Donde las marquesinas de Times Square y sus enormes teatros en Broadway pueden hacer que los habitantes olviden el estrés en el que viven. Los millones de turistas bloqueando el paso, evitando que puedas llegar a tu destino. El continuo ruido de sirenas y ambulancias cruzando Manhattan continuamente de arriba abajo.
La gente sueña con vivir en Nueva York, pero la triste realidad es que las personas que tienen ese sueño, son aquellas que no tienen ni idea de lo que es vivir en Nueva York. La realidad, y es un asunto bastante simpático, es que la gente cree que esta ciudad es un circuito conformado por Times Square, la Quinta Avenida, el MoMA, Central Park, la Grand Central Station y la Estatua de la Libertad. Y no hay forma de culparlos, ya que la mayoría de las grandes películas de Hollywood se han encargado de hacerlo ver así.
Avanzando hacia el norte de Manhattan llegarás al barrio de Harlem, un barrio que ha sido de cuna de gente reconocida y artistas importantes. Los Neerlandeses fueron los fundadores del barrio en 1658. Fue bautizado con el nombre de "Nieuw Haarlem" (Nueva Haarlem), en honor de la ciudad neerlandesa de Haarlem de donde ellos llegaron.
En Harlem, gente como Malcolm X y Martin Luther King dijeron inmortales discursos sobre igualdad, identidad y nunca sentir vergüenza por ser quien eres. También Paccino nació en Harlem y es toda una estrella. Harlem es tan increíble que hasta aquí nació y vive Luke Cage... El superhéroe. No quiero adelantarme en la historia, pero amo los cómics. Lo sorprendente aquí es que Harlem es tan increíble que ni siquiera un superhéroe pensaría en abandonarlo.
El señor y la señora Wright, que vivían justo en Harlem, en la esquina de la Quinta avenida y la Calle 124 al este, estaban orgullosos de decir que eran un matrimonio perfectamente feliz y normal, afortunadamente.
El señor Wright era contador para "Sidley Austin Brown & Wood ", una importante firma de abogados. La oficina donde trabaja estaba en el piso 59 del WTC. Era un hombre alto, demasiado alto. No importa donde estuviera se destacaba, hasta podría decirse que era un sujeto sobresaliente. Era ancho, musculoso, incluso intimidante. Usaba barba cerrada, eso lo hacía ver más grande, a pesar de que solo tenía 25 años. Por otro lado, su esposa, la señora Wright, era una mujer no muy alta. De hecho, era bastante bajita. Pequeña, sí, pero hermosa... muy hermosa. Tenía demasiado tiempo para poder dedicarse a ella. Su cabello era pelirrojo, saludable y radiante. La piel era blanca, no. No blanca, cristalina. Y su rostro lleno de hermosas pecas que parecían aún más bellas cuando sonreía. Lo más distintivo en ella era su mirada. Dicen que las miradas de las embarazadas deberían ser consideradas una Maravilla del Mundo y más cuando uno soñó tanto con un bebé como el señor y la señora Wright.
Los Wright parecían ser un matrimonio perfecto, aunque no lo eran, no del todo. Tener un hijo siempre había sido su mayor anhelo, sin embargo, por mucho tiempo no lo consiguieron. Se guardaron las complicaciones que tenían como un secreto. En las reuniones que frecuentaban siempre eran cuestionados por el tema, ellos evadían y esquivaban, tenían miedo. No habrían soportado que se supiera su secreto.
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Stacy & Jack - La chica de las entradas dramáticas
ChickLitStacy Wright Miller sabe que vive en un mundo de "cositas especiales". Desde el día en que nació, fue muy claro que era una niña peculiar, tenía una imaginación viva y dinámica, podía convertir cualquier situación cotidiana en una aventura colorida...